Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: jueves 06 de septiembre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
En nuestra columna anterior (jueves 30 de agosto), asumiendo como hipótesis explicativa el pánico electoral que embarga a Evo Morales, motivado por las últimas encuestas electorales, escudriñamos las motivaciones reales que explican la Ley de Organizaciones Políticas, sus efectos antidemocráticos, el agudo y mañoso recorte al calendario electoral, y, al mismo tiempo, anunciamos que posteriormente analizaríamos lo que podrían hacer las fuerzas de oposición. Las siguientes reflexiones se ocupan de esto último.
Comencemos esclareciendo lo brutal de los cambios en el calendario electoral. Para ello vale comparar cómo habrían discurrido los plazos respetando las reglas pre-establecidas del juego democrático con las que hoy rigen después de las conculcadoras maniobras masistas.
Calendario con Ley del Régimen Electoral:
- Elecciones generales: 6-10-2019, con segunda vuelta el 8-12-2019.
- Convocatoria a elecciones: 7-5-2019, ciento cincuenta días antes del día de la votación.
- Inscripción de candidatas y candidatos a Presidente y Vicepresidente: 7-9-2019, noventa días antes del día de las elecciones generales.
- Inscripción de alianzas entre organizaciones políticas: hasta el último día de candidatos a Presidente, es decir, 7-9-2019.
- Calendario con Ley de Organizaciones Políticas
- Elecciones generales: 6-10-2019, con segunda vuelta el 8-12-2019.
- Convocatoria a elecciones: 7-5-2019, ciento cincuenta días antes del día de la votación.
- Elecciones primarias: 6-1-2019, ciento veinte días antes de la emisión de la convocatoria a elecciones generales.
- Convocatoria a primarias: 24-9-2018, cien días antes de la realización de las primarias.
-Solicitud de inscripción de alianzas: hasta el 22-10-2018, setenta y cinco días antes de las primarias.
- Inscripción de binomios para primarias de partidos y alianzas: 7-11-2018, sesenta días antes de las primarias.
La comparación muestra con claridad que la nueva ley, arbitrariamente, privó a los partidos políticos de algo más de once (11) meses para concertar y formalizar alianzas electorales, y alrededor de diez (10) meses para ponerse de acuerdo e inscribir al binomio presidencial que, según las encuestas, derrotaría a los candidatos masistas, cualesquiera sean ellos. Este autoritario cambio de reglas lesiona la seguridad jurídica, excluye a las plataformas y colectivos ciudadanos del escenario electoral e impide que miles de personas ejerzan sus derechos políticos.
Develada la verdadera finalidad de esta censurable ley, ¿qué pueden y deben hacer los partidos políticos de oposición? Resumimos a continuación las principales acciones:
1. Aunar esfuerzos con las plataformas ciudadanas en la lucha por la defensa del 21F, vinculándola a la demanda de abrogación de la violatoria Ley de Organizaciones Políticas.
2. Asumir sin complejos que son dos los vectores políticos que amedrentan a los masistas: Carlos Mesa, fortalecido por su creciente convocatoria electoral, y las plataformas ciudadanas, expresión de la protesta social contra el evismo y de renovación política, al menos parcial.
3. Reconocer que, en las condiciones actuales, sólo Carlos Mesa se muestra capaz de derrotar al prorroguismo evista y, en consecuencia, postularlo como candidato único de la oposición.
4. Para viabilizar el triunfo electoral, estructurar, hasta el próximo 30 de septiembre, un Frente Amplio Cívico Democrático, que incluya a los partidos políticos, plataformas ciudadanas, comités cívicos, juntas vecinales, gremiales y otros sectores.
5. Constituir inmediatamente un pequeño equipo multidisciplinario para escribir el programa de gobierno; decimos escribir porque el programa flota en el ambiente: debe componerse todo lo que destrozaron los masistas o hicieron mal; realizar lo que dejaron de hacer y necesita el pueblo, y mejorar las pocas cosas buenas que, naturalmente, existen.
La situación del país nos exige a todos, en especial a los líderes y dirigentes de los partidos, hablar con claridad y actuar con desprendimiento, despojándonos de intereses personales y grupales.
La situación del país le exige también a Carlos Mesa claridad y firmeza en sus decisiones. El futuro de la patria depende de que asuma el desafío que la sociedad le ha planteado.
¡Se acabó el tiempo del culipandeo. Y ha llegado la hora de mostrar de qué materiales estamos hechos!
Carlos Böhrt I. es ciudadano crítico.