Medio: La Patria
Fecha de la publicación: sábado 01 de septiembre de 2018
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
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Los periodistas tímidamente hacen preguntas a las autoridades en función pública, por temor a ser sancionados, despedidos de su trabajo, exclusión económica a su institución de prensa, a título de que hablan mentiras. Los ciudadanos tienen temor de opinar, criticar, decir con veracidad los hechos que están ocurriendo, estos amedrentamientos ya no permiten hablar con la verdad, hacer conocer sus necesidades e intereses, alcanzar sus propósitos deseados. Lo que están haciendo es atemorizar a la población para seguir gobernando.
Producto de esta represión psicológica, todos los días las personas actúan tímidamente, tienen dificultades en arriesgar, para emprender nuevas formas de organización empresarial, efectuar proyectos productivos, porque no hay garantías, además piensan, que van a fracasar en sus aspiraciones. Con esas actitudes negativas, se está contaminando con miedo, prejuicios sociales, en la mentalidad de la gente. Las autoridades piensan que con la intimidación, estarían logrando más respeto, adeptos, para las futuras elecciones, a esa represión, la población está reaccionando positivamente, con acciones nobles. Las organizaciones sociales, sindicales, cívicas, tienen temor a manifestarse, sobre sus problemas, necesidades, reivindicaciones económicas, ocasionando preocupaciones y frustraciones en la ciudadanía.
Autoridades políticas han tenido estos valores negativos desde su infancia, familia, donde se vivía con mentalidad belicosa, destructiva, autoritaria, con prejuicios, ahora que se encuentran en cargos jerárquicos están aplicando ese resentimiento, siendo una expresión antidemocrática. Cuando hay excesiva amenaza, represión, decisiones unilaterales, aprobación de leyes, códigos, los trabajadores, el pueblo saben reaccionar y hacer retroceder a los gobiernos de turno.
La intimidación provoca depresión psicológica, rabia, euforia, aumenta la mentira, hipocresía, violencia social, la personas hacen su trabajo contra su voluntad, debido a la constante amenaza, de la gerencia de una empresa pública o privada, por el funcionario público, imponiendo orden para que cumplan intereses particulares, en desmedro de la población. El temor, ocasiona que las personas realicen actividades arbitrarias por necesidad de dinero, comida, sin ninguna motivación, ni satisfacción personal, paralizando las buenas acciones.
No existe libertad de opinión en los funcionarios de la administración pública, en forma obligada deben asistir a diferentes reuniones, concentraciones públicas, los trabajadores tienen que cumplir con las órdenes superiores, continúa el excesivo centralismo en las decisiones político, administrativas. El oficialismo amenaza con procesarles, al TSE, sino no cumplen con las decisiones del Tribunal Constitucional, sobre la reelección de los actuales gobernantes. Continúan atemorizando a los compañeros cocaleros de los yungas, a los transportistas, comerciantes, a los pueblos indígenas del oriente.
Cuanto más medidas autoritarias, el oficialismo va perdiendo terreno, apoyo de la población está desesperación se manifiesta con mayor intensidad en sus acciones, mostrando, arrogancia, represión hacia los dirigentes sindicales, políticos y sociales.
En muchas familias se ha ido practicando, el machismo, falta de comunicación fraternal con los hijos, con la esposa, quien tiene la autoridad es el padre, en esta institución pequeña, manda el hombre. Desde la familia se ha ido iniciando con la violencia psicológica hacia los niños, niñas, para luego continuar en educación, hasta llegar profesionales y autoridades, donde encuentran satisfacción al actuar en forma soberbia frente a la gente humilde.
Las autoridades en función pública, tienen que expresar, respeto, a la dignidad de las personas, mujeres, a los derechos humanos, practicando una comunicación horizontal, confianza en la ciudadanía, escuchar al pueblo para seguir gobernando, vivir en democracia, en base a la CPE, respetando las diferencias individuales y colectivas.