Tras prolongadas intervenciones de diputados, con observaciones muy concretas, especialmente planteadas por opositores, análisis de otros legisladores del partido oficialista y las consabidas indirectas a través de duras expresiones, constituyó el marco propicio para que en la cámara baja se dé el toque final para sancionar la Ley de Organizaciones Políticas (LOP) que deberá ser promulgada a la brevedad.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) formuló una veintena de observaciones al trabajo que fue considerado en las dos cámaras y que retornó a la de diputados para su análisis final. Once correcciones fueron tomadas en cuenta con la aclaración de algunos términos, se tocaron temas como el manejo de recursos del TGN, el padrón de militantes, mandato de autoridades electas, extinción de personería, la situación de pueblos indígenas, los sistemas administrativos y la vigencia de cargos electivos.

Sin embargo, un aspecto que sobresale en este proceso es que de todos modos se ratifican las elecciones primarias para el 27 de enero del 2019, por lo que en el tiempo previo las organizaciones políticas tendrán que definir la legalidad de su funcionamiento, el registro de su militancia y la elección interna de sus binomios presidencialistas, entendiéndose que para esos fines, deberá regir un periodo de amplia garantía política que permita a los protagonistas de un nuevo evento electoral, preparar sus actividades internas, sin que existan presiones de ninguna clase en acatamiento a la Ley que estará vigente, pero sobre todo al contenido de las libertades y el respeto a la democracia reinante.

Así se observa el panorama inmediato, que naturalmente nos presentará un inusitado ajetreo partidario, aunque según algunos observadores, es posible que el poco tiempo de que se dispone, frene las expectativas ciudadanas para mover nuevos frentes, alianzas, acuerdos y los procesos de concienciación ideológica, programática y organizativa, ante la necesidad de elegir binomios electorales.

Para sectores especiales en función de organizaciones políticas, algunas de las tradicionales y otras relativamente nuevas, el punto no es precisamente el de formar binomios, pues lo que prevalece es el criterio formal de mantener viva la decisión ciudadana en defensa del referéndum del 21 de Febrero, que rechaza la denominada re-repostulación del binomio oficial, en ese sentido hay corrientes que aseguran movilizaciones continúas para lograr su propósito. Esto implica que algunas corrientes postergarán su participación electoral, defendiendo de manera preeminente el respeto a la voluntad popular que consigna la Constitución.

Así como están planteadas las cosas, hay aspectos que no pueden evitarse, por ejemplo, los plazos que corren para las elecciones primarias de binomios cuya fecha está prevista para el 27 de enero del 2019, mientras que la convocatoria para comicios internos debe emitirse 100 días antes, lo que significa el 19 de octubre de este año.

En todo caso hay criterios muy claros en la opinión pública, señalando que la "jugada" oficialista ha sido magistral, pues difícilmente los partidos podrán organizarse en tan corto tiempo para elegir candidatos, además que la idea ciudadana de unir a los opositores en un solo frente es muy compleja por las condiciones conocidas, pero no imposible, dependiendo de voluntades personales que busquen objetivos patrióticos por encima de los estrictamente sectoriales.

La nueva LOP está prácticamente lista, es cuestión de mero trámite en el Ejecutivo para entrar en vigencia y establecer el cumplimiento de la normativa. La suerte de los partidos políticos está echada.