“Hay que decirlo con claridad: ha habido muertes en el país producto de ese capricho. No vamos a volver a repetir esos errores que conducen nada más que al luto de las familias bolivianas”, declaró durante una rueda de prensa ofrecida en la ciudad de Cochabamba.

La crisis política de octubre de 2019 se desató tras la denuncia de fraude electoral realizada por la Misión de Observación Electoral de la OEA, lo que derivó en la renuncia y posterior salida del país del entonces presidente Evo Morales, rumbo a México. En ese contexto, sectores sociales afines al MAS fueron movilizados con instrucciones de generar confrontación, cercar ciudades y bloquear el transporte de alimentos, en una estrategia similar a la que se observa actualmente.

Según datos de la Defensoría del Pueblo, entre el 30 de octubre y el 27 de noviembre de 2019, se registraron 35 personas fallecidas como consecuencia de los enfrentamientos entre simpatizantes del Movimiento Al Socialismo y sectores contrarios a Morales, además de los hechos ocurridos durante intervenciones de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana. La violencia también dejó un saldo de 861 personas heridas y 1.531 detenidas.

El Mandatario hizo esa referencia en el marco del actual conflicto con sectores afines a Evo Morales, a quien acusó de promover la confrontación para presionar por su habilitación como candidato presidencial, “pisoteando la Constitución Política del Estado”.

“Las movilizaciones y bloqueos no solo buscan una candidatura inconstitucional, también impiden que el país acceda a productos básicos de la canasta familiar”, señaló Arce. Lamentó que “por esos objetivos, hoy el país y muchas vidas están en riesgo. Es claro que lo que se busca con estas movilizaciones es muerte, luto y dolor para el pueblo boliviano”.

Arce sostuvo que su gobierno comprendió el mensaje detrás de los bloqueos y por ello instruyó a las Fuerzas Armadas y a la Policía Boliviana desplegar operativos para restablecer gradualmente la circulación y dar tranquilidad a la población.

“Presidimos un gobierno que no quiere muertes, sino resolver los conflictos a través del diálogo como el mejor de los mecanismos”, aseguró.

Calificó de “criminales” los bloqueos impulsados desde el Trópico de Cochabamba y cuestionó la supuesta preocupación de Morales por la economía. “Todo es un teatro. Nunca pensó en el pueblo boliviano, ni en su dolor, ni en su bolsillo. Lo único que le preocupa es su candidatura, que no tiene ningún asidero constitucional. Eso es todo”, sentenció.