El expresidente Evo Morales denunció este sábado la detención del dirigente Enrique Mamani, ejecutivo nacional de la Confederación de Comunidades Interculturales de Bolivia, a quien calificó como una víctima de persecución política por parte del Gobierno.

“Anoche, de manera forzada e injusta, fue detenido nuestro hermano Enrique Mamani”, afirmó Morales a través de sus redes sociales. Cuestionó que el único “delito” del líder intercultural haya sido ejercer sus derechos constitucionales: opinar, informar y levantar la voz en defensa de la democracia y del pueblo boliviano.

El exmandatario advirtió que esta detención no es un hecho aislado, sino parte de una “cacería de dirigentes” que afecta a líderes sociales críticos con el actual Gobierno. “Cuando se persigue a dirigentes que luchan por la dignidad del pueblo, no se ataca solo a una persona, se ataca a todo un proceso de transformación que nació desde las entrañas mismas de nuestras luchas”, expresó.

Morales reafirmó su compromiso con las bases y aseguró que continuará “al lado del pueblo”, defendiendo el proceso político impulsado durante su gestión. “No nos van a silenciar. A pesar de esta cacería, vamos a seguir con la verdad y la conciencia limpia”, concluyó.

La detención de Enrique Mamani se da en medio de un clima político marcado por la división interna en el Movimiento Al Socialismo (MAS) y las crecientes tensiones entre el ala evista y el gobierno de Luis Arce.