Bolivia inicia junio en medio de una creciente tensión social y política. Al menos seis sectores confirmaron movilizaciones para esta semana, con bloqueos de caminos y marchas que tendrán como epicentro la ciudad de La Paz. Las demandas van desde soluciones a la crisis económica hasta la renuncia del presidente Luis Arce.

El sector evista, agrupado en el denominado Pacto de Unidad del Pueblo, anunció que intensificará sus medidas de presión desde este lunes 2 de junio, con concentraciones en puntos estratégicos de la sede de Gobierno. Además, convocó a un bloqueo nacional indefinido desde el miércoles 4, bajo lo que denomina el “plan hormiga”, es decir, cortes intermitentes y sorpresivos en rutas troncales.

“Este gobierno ha demostrado no tener sensibilidad humana ni capacidad para atender al pueblo. Llegamos al límite”, declaró Enrique Mamani, dirigente intercultural. El ala evista exige la salida de Arce, de los magistrados prorrogados del Órgano Judicial y del Tribunal Supremo Electoral, así como la habilitación del partido PAN-BOL con Evo Morales como candidato presidencial, pese a los impedimentos legales vigentes.

A las movilizaciones se suman la Confederación de Choferes de Bolivia, que anunció un paro de 24 horas con bloqueo de carreteras para este martes 3 de junio, en reclamo por el desabastecimiento de combustible. “No hay gasolina ni diésel. La situación ya es insostenible para el transporte”, indicó un dirigente del sector.

También se movilizarán los Ponchos Huayrurus y la Central Agraria Unión Catavi, que bloquearán la carretera a Copacabana este lunes, mientras que la Central Sindical de Campesinos Quechuas prepara un bloqueo en la ruta Potosí-Sucre en rechazo a la crisis económica.

En El Alto, la Federación de Juntas Vecinales del sur (Fejuve) anunció marchas por la situación económica y el encarecimiento de productos básicos. A estas protestas se suma el Control Social de Bolivia, que realizará una marcha hacia el centro de La Paz a partir del lunes, también exigiendo soluciones a la crisis.

En contraste, el bloque afín a Andrónico Rodríguez decidió suspender sus protestas. “No queremos que el Gobierno nos culpe del desabastecimiento. No vamos a bloquear”, señalaron. El grupo está a la espera de una definición sobre la posible candidatura de Rodríguez para las elecciones de agosto.