Medio: El Deber
Fecha de la publicación: martes 04 de septiembre de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Sorpresivamente el presidente ha revelado en una entrevista exclusiva con EL DEBER que fue el Tribunal Supremo Electoral el que le propuso, en una reunión realizada en su residencia, la idea de las primarias en enero del próximo año. “Me asusté, me sorprendí”, dijo textualmente el domingo pasado Evo Morales a un periodista del Diario Mayor, refiriéndose a la polémica disposición normativa que fue aprobada en el Legislativo. Su palabra contradice a la de algunos vocales que dijeron que el Órgano Electoral no planteó primarias de inmediato, sino en forma gradual y, en lo posible, desde 2024.
Las autoridades electorales han estado de alguna manera salpicadas por la controversia política, ya que se considera que con las primarias le sirvieron en bandeja a Evo Morales otro recurso para que intente legitimar con los votos de sus militantes la búsqueda de una nueva reelección, trabada por la derrota del referéndum del 21-F.
Entre dudas, el TSE salió finalmente a aclarar la semana pasada que técnicamente es posible realizar las primarias en enero de 2019, pero propuso que sean los partidos los que asuman la realización y, en lo posible, gradualmente.
La nueva ley ha sido aprobada casi a la medida de las aspiraciones del oficialismo. El propio Evo Morales ha manifestado en la entrevista que prácticamente solo discrepa con la autorización del financiamiento estatal a los partidos, pero está contento con que no se haya aprobado la participación de movimientos sociales u otras organizaciones con sus candidaturas propias, ya que podría haber implicado “el descuartizamiento” del MAS. También apoya que la ley obligue a los políticos a concretar alianzas antes de la votación y no después de los comicios, según su lectura.
En ese contexto, Evo Morales confirmó su candidatura a las primarias del MAS en enero, que seguramente será una elección de mero trámite a su favor, ya que es casi imposible que alguien de su partido le haga frente. Su anuncio ratifica que nada lo hará retroceder en su decisión de candidatear a la reelección. En realidad, las primarias le permiten más bien ganar tiempo en su intención y distraer o bloquear la resistencia de los que defienden el No.
La ley pone en apuros a los opositores, que deberán movilizar a sus militancias y elegir candidatos antes de fin de año, con lo que se desmonta la estrategia de enfocar prioritariamente la pugna política en la defensa del 21-F y la inhabilitación del binomio oficialista. El eje de la lucha opositora era antes de que aprobaran la ley de las primarias, primero el respeto al referéndum y después las candidaturas.
Con este repentino cambio de escenario, la oposición se ve obligada a revisar su estrategia y tal vez a quemar etapas, contra el tiempo.
Entre tanto, el TSE que administrará los comicios tendrá que demostrar más que nunca si su actuación no ha sido y no es funcional al proyecto de poder del Gobierno.