Objetivo de la movilización

Enrique Urquidi afirmó que el propósito del sector afín a Morales es crear un estado de tensión, zozobra y violencia en el país. Según sus declaraciones, este grupo recurre a la violencia como su único recurso, ya que, a su juicio, el expresidente no volverá a ser candidato presidencial.

“Evo Morales es historia y no va a ser candidato y mucho menos va a volver a ser presidente del país. Lo único que les queda, por supuesto, es la violencia, (…) para eso sí tienen vocación los evistas, y nos lo han demostrado durante todos estos 20 años. Así llegaron al poder y así se están yendo, con violencia”, señaló Urquidi.

Financiamiento de movilizaciones

El diputado advirtió que no se pueden permitir acciones rebeldes como las que Morales y sus sectores sociales pretenden promover. Agregó que Morales debería estar en la silla de los acusados, donde hace mucho tiempo tendría que estar.

Urquidi aseguró que estas movilizaciones se financian con recursos formales provenientes de las 6 federaciones del Trópico de Cochabamba. Sin embargo, también reciben fondos de fuentes no claras vinculadas a sectores que operan en el Chapare, incluyendo actividades ilícitas como el tráfico y comercialización de cocaína.

Estrategia de chantaje político

Por su parte, Carlos Alarcón calificó la movilización como una estrategia de chantaje político disfrazada de protesta legítima. Afirmó que Morales se considera un “candidato sagrado, inmaculado, divino” y que, si no logra ser candidato, no permitirá que se realicen las elecciones.

Alarcón advirtió que Morales busca generar caos, convulsión y anarquía para impedir la realización de los comicios, lo que afecta gravemente la estabilidad del país.

Consecuencias para la democracia

Recordó que, en las democracias modernas, tras una segunda reelección, cualquier intento de perpetuarse en el poder deriva en dictaduras y autoritarismos que destruyen la economía, la democracia y las instituciones.

El diputado agregó que la crisis económica se agrava con la incertidumbre y desconfianza que genera Morales, justo en un momento en que Bolivia necesita señales claras para superar sus problemas.

Falta de respaldo político

También señaló que el exmandatario no cuenta con una sigla política habilitada para participar en las elecciones. En ese contexto, criticó el intento de Morales de presentarse mediante un partido inexistente, lo que complica aún más el panorama político.