Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: lunes 03 de septiembre de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Beatriz Layme / La Paz
Hace 27 años, Daniel Zovatto llegó a Bolivia y ayudó a crear la Corte Nacional Electoral de notables, idóneos y sin color político con el objetivo de generar confianza entre todos los actores políticos y en los procesos electorales para tener una democracia de la mejor calidad.
¿Se cumplieron esos objetivos? fue la pregunta de Página Siete. Zovatto, director para América Latina y el Caribe de Idea Internacional, afirmó que sí, pero advirtió que la democracia en Bolivia está al igual que en el resto de los países de América Latina con fortalezas y debilidades.
¿Después de 27 años la democracia en Bolivia?
La democracia en Bolivia tiene, como en el resto de los países de América Latina, fortalezas y debilidades. Creo que es muy importante que en las elecciones de 2019 se llegue con la mayor transparencia, con las mejores condiciones de equidad, con los mejores niveles de democracia.
¿Cómo se puede concretar esos objetivos? hay sectores que desconfían del trabajo que realiza el Órgano Electoral
Al Tribunal Supremo Electoral hay que blindar y proteger para que pueda ejercer su trabajo de la manera más imparcial posible, para garantizar, que quien resulte vencedor del proceso electoral, tenga la legitimidad de origen y que esa legitimidad sea incuestionable.
¿Cuáles son las debilidades y fortalezas que tiene la democracia de Bolivia?
No hay una democracia perfecta. En Bolivia hubo una revolución democrática muy importante, una democracia intercultural que ha incluido a un sector que por mucho tiempo estuvo discriminado.
Las debilidades, creo que es un gobierno que no tiene los niveles de popularidad que tenía en el pasado, hay una situación económica, aunque son de las que más crecen en América del Sur. Pero hay críticas, de que existe demasiada concentración de poder, que está siendo ejercido sin los niveles de consulta, sino imponiendo decisiones y eso es resentido por grupos políticos, que consideran que el Presidente no debería de haber buscado una nueva reelección.
Ante esa situación ¿cuál sería el reto?
El desafío, los retos para seguir profundizando esta democracia, es fortalecer la institucionalidad, que haya respeto a la división de poderes, todos estos temas coadyuvarían para una democracia de mejor calidad.
Para tener una democracia de mejor calidad es importante que las instituciones sean legítimas, modernas, democráticas y que los liderazgos sean los que respeten las normas y los principios democráticos.
En ese sentido una de las instituciones fundamentales como es la justicia, así como el TSE, son las organizaciones políticas. No vamos a tener democracia de buena calidad si no tenemos organizaciones políticas, modernas democráticas y debidamente institucionalizadas.
Cuando habla de modernas ¿a qué se refiere?
Moderna quiere decir que (las organizaciones políticas) estén con el suficiente grado de actualización para dar respuestas a una sociedad que ha cambiado mucho.
Los partidos políticos fueron instituciones diseñadas en el siglo XIX, muchas veces se trata de manejar estas sociedades con paradignas del siglo XX y son sociedades complejas del siglo XXI, que requieren cambios rápidos.
Hoy hay sociedades más urbanas con mayor educación, con el efecto de las redes sociales, mucho más interconectados y el empoderamiento de las mujeres es mucho más diverso.
Tratar de manejar estas sociedades más complejas, exigentes y empoderadas en sus derechos con enormes expectativas incluido las de consumo, con instituciones diseñadas en el siglo XIX con paradigmas del siglo XX, muchas veces estamos llevando a situaciones de ingobernabilidad.
Las instituciones no tienen la capacidad de responder a lo que yo he llamado la revolución del más, mejor y ahora.
¿En qué consiste esa revolución que plantea?
Es el dame más servicios públicos, más empleo, más seguridad; dame mejor educación, mejor salud, mejor transporte público, pero ya, ahora. No me lo des en cinco o seis años, dame ahora, y si no me lo das ahora viene todo un tema de pérdida de credibilidad.
Entonces, ahí es donde tenemos que buscar cómo ayudar -entre otras cosas- a las organizaciones políticas a actualizarse, modernizarse, democratizarse, que el financiamiento sea transparente.
Por esta situación la Ley de Organizaciones Políticas idealmente no debería cambiar el espíritu o el alma, sino debería ser una contribución para mejorar la democracia. Bolivia debería ir al proceso de 2019 con una ley de organizaciones políticas y con un TSE que sume mayor confianza, transparencia, seguridad y que no genere mayor tensión, conflicto o desconfianza.
Hoja de vida
- Inicio Nació en Argentina. Padre de dos hijos, uno es abogado y el otro actor de Hollywood.
- Carrera Abogado, politólogo, doctor en Derecho Internacional.
- Trayectoria En 2014 EsGlobal de España lo incluyó en su listado de los 50 intelectuales influyentes.