Medio: La Patria
Fecha de la publicación: viernes 31 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Los procesos democráticos están ligados a la democracia por la realización de elecciones libres periódicas y trasparentes con la participación de la sociedad civil que se denomina el "soberano". Los procesos democráticos se miden por los actividades y logros obtenidos donde se deben tomar en cuenta: el acceso y apertura de las instituciones públicas a los ciudadanos, con amplitud y sin discriminación; transparencia en el funcionamiento de las instituciones públicas; integridad de los procesos; como mecanismo de responsabilidad para obtener resultados óptimos. La sociedad civil es un elemento humano trascendental para el desarrollo y vigencia de la democracia en razón de que ésta no puede existir sin aquella, y sin una población que tenga la voluntad y la capacidad de actuar en defensa de sus valores e instituciones. Es la población la que da vigencia a la democracia y quien logra que viva, y puede también destruirla. Por esta razón el soberano debe tener conocimiento y capacidad para ejercer sus derechos individuales y colectivos a fin de instaurar la democracia, conservar los procesos democráticos y lograr que éstos funcionen con eficacia de modo que alcancen resultados óptimos en el fortalecimiento democrático.
La educación es indispensable, brinda a los ciudadanos la capacidad de actuar en defensa de sus valores e instituciones. La falta de educación es probablemente el factor más importante que produce apatía e indiferencia en la sociedad. Éstas permiten a unos pocos gobernar mal, abusar de los derechos individuales y colectivos y explotar a sus conciudadanos. No puede durar ninguna democracia auténtica si los ciudadanos son apáticos o indiferentes a los modos de gobierno. El compromiso, la participación de la sociedad civil en la vida pública y el apoyo de las instituciones son indispensables para la democracia, considerando además la Declaración de Viena en Derechos Humanos que señala que la Democracia es una de las aspiraciones de todos los pueblos por alcanzar un orden internacional basado en los principios incluidos en la Carta de las Naciones Unidas. La Carta, en su preámbulo que en los artículos 1, 55 y 56 reconoce como principio básico la igualdad de los estados y los pueblos, el derecho a la autodeterminación, el respeto por los derechos humanos colectivos e individuales y las libertades fundamentales. Pueden considerarse implícitamente que los principios de la Carta, en asociación con las normas internacionales sobre los derechos individuales y colectivos, como derechos sociales esenciales que constituyen piedras angulares de la democracia. Estos derechos componen el pluralismo y la solidaridad social. El primero requiere que las sociedades no homogéneas luchen a favor de la socialización común, la tolerancia y el respeto por los derechos de los grupos. El segundo demanda que haya solidaridad social y económica en todos los grupos de una sociedad. El pluralismo y la solidaridad social se refleja en la simple prohibición de la discriminación y en el deseo de obtener igualdad. Ahora bien, a diferencia de ciertas ideologías, como el marxismo, que han afirmado también que una de sus metas es conseguir el pluralismo y la solidaridad social, las democracias luchan para obtener esas metas basándose en la filosofía del humanismo social. La solidaridad es un elemento básico de la sociedad democrática y el pluralismo es indispensable para la democracia ambos logran la inclusión sobre una base racial, étnica, religiosa y dogmática, para ser consideradas democráticas por sí mismas.
En democracia los procesos electorales y la sociedad civil van unidos porque ambas dependen entre sí. No pueden haber procesos electorales sin sociedad civil y analógicamente no puede existir esta última sin democracia, principios y valores democráticos, en las que se puedan determinar los factores y consideraciones que intervienen en el establecimiento del concepto de democracia; identificando los valores y metas orientadas a fortalecer la vida democrática de un país que tiene que ver con un sistema de gobernabilidad que dé al gobernado la posibilidad de elegir entre quienes pretenden gobernar; el tiempo, duración o periodo de mandato, las políticas de gobierno; el reconocimiento de ciertos derechos colectivos, individuales, susceptibles de aplicación efectiva; así como el establecimiento de procesos justos, libres, transparencia en la gobernabilidad, respeto a los derechos colectivos e individuales; y el desarrollo de mecanismos de responsabilidad en niveles político y judicial para garantizar la legalidad e integridad de los procesos políticos y administrativos para quienes se encuentran en el poder y para los que desean obtener el poder. Todos estos aspectos tienen que ver con elecciones libres y justas preservando el imperio de la ley, el respeto y la observación de los derechos humanos.
No se debe olvidar que la democracia se identifica por ciertos principios que se aplican en instituciones que la componen, donde el punto de partida, son los derechos humanos y la dignidad de la persona. Sin embargo, la democracia tiene también un enfoque específico (la adopción de decisiones sobre reglas y políticas para cualquier grupo, asociación o sociedad en conjunto) y un concepto distintivo del ciudadano, no sólo como portador de derechos y responsabilidades sino como participante activo en las decisiones y políticas colectivas que influyen en sus vidas. Los principios básicos de la democracia están relacionados con el derecho que tiene el soberano de controlar las decisiones políticas y el respeto que este merece. En una democracia plena los gobiernos democráticos reciben la autorización de los ciudadanos y deben rendir cuentas y responder a estos, tanto directamente como a través de los órganos de mediación del Parlamento y de la opinión pública. El ciudadano es a la vez el punto de partida y el foco del proceso democrático. Al mismo tiempo ese proceso exige ciertas cualidades del cuerpo de ciudadanos entre las que se encuentran la capacidad y la voluntad de intervenir en los asuntos colectivos, locales o nacionales, de grupos o de la sociedad, y reconocer cierta responsabilidad respecto a ellos, como a los derechos a la dignidad, el reconocimiento a opinar, las libertades habituales de expresión, asociación y reunión. El derecho a la expresión y la opinión sin obstáculos requiere la existencia de medios informativos independientes y de una legislación que impida la concentración indebida de la propiedad de los medios informativos.