“Tenemos la información que son cuatro (fallecidos), que podrían estar en el río (…) Están andando grupos de élite para reprimir a nuestros compañeros”, aseveró Ortiz en entrevista con radio FM Bolivia.

El concejal, además, denunció que las familias de la zona se encuentran escondidas en los montes en compañía de sus hijos, peses a los riesgos que eso implica para su salud. En esa línea, Ortiz lamentó el fallecimiento de cocaleros y acusó al ministro de Gobierno, Carlos Romero, de ser el autor intelectual de esas muertes.

Pidió a la justicia un actuar rápido como el que tuvo con el presidente de Adepcoca, Franklin Gutiérrez, acusado de ser el autor intelectual de la muerte de un teniente policial la pasada semana.

Asimismo, exigió la renuncia del presidente del Estado, Evo Morales, debido a que, dijo, “se manchó las manos con sangre yungueña” y pidió a todas las comunidades de Los Yungas unirse a la denominada “marcha por la coca” que se dirige a la ciudad de La Paz para exigir la liberación de Gutiérrez y el respeto al cultivo de coca en esa región de La Paz.

Ortiz, además, dejó en claro que se desligó del Movimiento al Socialismo (MAS) después de los “atropellos” a los cocaleros de Los Yungas.

Ayer, el comandante general de la Policía boliviana, Faustino Mendoza, confirmó que dos personas murieron en operativos antidrogas desarrollados en La Asunta.

En conferencia de prensa, Mendoza aseveró que aún no se tiene identificadas a las dos personas fallecidas y aseguró que las fuerzas policiales tuvieron que utilizar armas de fuego “en legítima defensa” y para neutralizar la emboscada de un grupo armado.

“Cuando el contingente policial se aproximaba al puente de San Antonio hemos sido objeto de una segunda emboscada desde las alturas, desde las serranías, por parte de estos grupos armados que se encuentran operando en La Asunta. Han hecho uso de dinamitas y armas de fuego de grueso calibre y lastimosamente hemos tenido que usar armas de fuego para neutralizar a estos grupos irregulares en legítima defensa”, señaló.