La convocatoria hizo recordar que estamos viviendo en un país con autonomías departamentales, indígenas, municipales y regionales. Sin embargo, ya poco o nada se habla de las autonomías departamentales, principalmente en Santa Cruz, a pesar de que el Tribunal Constitucional Plurinacional declaró constitucional el estatuto cruceño.

De la cualidad legislativa aún al parecer no se enteraron, porque sus asambleístas continúan trabajando como si estuvieran en una administración descentralizada y no están generando las condiciones para avanzar en ese nuevo proceso de administración.

Aún se mantiene el viejo discurso de que España a pesar de los años de implementación de su autonomía, no llegó a su totalidad. Sin embargo, en la región, a pesar de tener ya dos legislaciones, se avanzó poco o nada, más allá de hacer aprobar leyes, como declarar símbolo a la flor del patujú o al cupesí como árbol simbólico de la provincia Cordillera, entre las más importantes.

Pareciera que este grupo de legisladores pasarán a la historia o mejor dicho, no serán recordados en ella, porque hasta la fecha no lograron nada trascendente. En síntesis, se olvidaron de implementar la autonomía, por la que miles de personas lucharon y solo quedará en la historia la reunión de ese millón de personas que gritaron por un nuevo sistema de administración.

No se está a la altura de los tiempos históricos en cuanto a legislación. Se está a más de la mitad de gestión y se estancó la autonomía departamental o lo que es peor, parece que se olvidaron.