La polémica por una supuesta “lista negra” en el bloque de unidad generó tensiones entre las alianzas opositoras. Desde Santa Cruz, el vocero de la alianza Libre, Tomás Monasterio, denunció que el proceso de construcción de una candidatura unitaria fue reemplazado por una lógica de exclusiones.

“De 100 días pasamos a 100 vetos”, afirmó ante medios nacionales, haciendo alusión a la creciente cantidad de actores políticos que estarían siendo marginados de la lista de potenciales postulantes.

Monasterio criticó duramente a Samuel Doria Medina, líder de Unidad Nacional, acusándolo de subordinarse a decisiones externas. “Lo que tenemos es un candidato que hace caso al caudillo de cartón, que actúa como un mandadero de lujo”, expresó en referencia al papel que, según él, estaría jugando Doria Medina al aceptar vetos impuestos por el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho.

La diputada Luisa Nayar (Comunidad Ciudadana) y el rector Vicente Cuéllar (Cambio 25) afirmaron por separado que el propio Samuel Doria Medina les comunicó que no serían incluidos en la nómina de candidatos, por decisión de Camacho.

Ante estas denuncias, la presidenta de Unidad Nacional, Elizabeth Reyes, negó rotundamente que un tercero esté tomando decisiones en lugar de Doria Medina. “Negamos rotundamente que un tercero que no sea Samuel esté definiendo las listas”, declaró. Añadió que en todo proceso político existen desacuerdos: “Siempre hay quejas, pero no se trata de listas negras ni vetos; se trata de listas cortas que no alcanzan para todos los espacios, por muy capaces que sean los aspirantes”.

Pese a estas aclaraciones, Monasterio fue enfático al señalar que, en su criterio, Doria Medina debe abandonar la carrera presidencial. “El único camino que le queda a Samuel es declinar su candidatura; seguir en esta lógica es apostar por la dispersión”, concluyó.