Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: jueves 30 de agosto de 2018
Categoría: Legislación electoral
Subcategoría: Leyes nacionales y decretos reglamentarios
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“Que la urgencia de lo inmediato no nos haga perder de vista lo importante” fueron las palabras de Alejandro Tulio, experto argentino en materia electoral, refiriéndose a la aplicación premeditada de las primarias, señalamiento que hizo en el marco de la participación que tuvo en el seminario sobre la Ley de Organizaciones Políticas, propiciado por el Tribunal Supremo Electoral, el martes 28 de agosto.
La coyuntura, ha obligado a que dentro de los varios aspectos positivos y de avanzada que tiene el Proyecto de Ley de Organizaciones Políticas, tomando en cuenta además que la Ley de Partidos Políticos con la que nos regimos actualmente data de 1999 y ha quedado obsoleta, nos centremos en el análisis de las primarias y la pretensión del oficialismo de llevarlas a cabo lo antes posible.
El espíritu del Proyecto de Ley incorporó las primarias, teniendo en cuenta la legislación comparada, pues son un instrumento efectivo que se aplica en varios países del continente y que tiene el objetivo de una mayor democratización interna de los Organizaciones Políticas. Justamente para evitar el caudillismo, las decisiones cupulares, la transmisión de cargos de liderazgo de las organizaciones, por “herencia”, es un buen mecanismo para que los y las militantes elijan a los candidatos que conformarán el binomio presidencial, de manera tal que se dé la renovación de liderazgos dentro de dichas organizaciones.
Que en la coyuntura y contexto actual se quiera adelantar la aplicación de las primarias a enero de 2019, que además requieren de un conjunto de condiciones técnicas y pasos previos, por saldar un asunto inmediato a toda costa, nos referimos a la habilitación de la candidatura de Evo Morales, es subestimar y relegar lo importante por lo inmediato y urgente. De ninguna manera el espíritu de la ley iba en ese sentido. Se elaboró de manera participativa una norma que esté a la altura de las transformaciones que se dieron en el país y acorde a lograr una democracia intercultural y paritaria, que enfatiza en la democratización interna de las Organizaciones políticas.
A esto se añade otro elemento importante que fue destacado y que tiene que ver con el proceso de apropiación y asimilación que una ley tiene que tener por parte de los actores centrales. Tiene que existir la participación en todo el proceso, tanto como se dio en la elaboración de la ley como en su aplicación. Es decir, se tiene que aplicar de manera progresiva y sin apuros que desvirtúen una ley que regirá la democracia en el país.
Y por último, en el contexto de zozobra en el que nos encontramos, recordemos que la ciudadanía ha dado lecciones de reacción, y ha rechazado leyes y códigos no consensuados y que iban en su perjuicio. El pueblo ha demostrado la capacidad de movilización que tiene cuando subestiman su voto, su decisión y voluntad. No se vaya a cometer el mismo error.
La autora es socióloga y antropóloga