Medio: El Deber
Fecha de la publicación: jueves 09 de enero de 2025
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Presentó su precandidatura en octubre del año pasado y asegura tener una sigla para terciar en los comicios de agosto. Aún no reveló el nombre de la fuerza política con la que, según dijo, enfrentará al MAS. José Carlos Sánchez es un abogado de 41 años que proyecta su candidatura a la presidencia por el Frente Conservador Liberal Boliviano y que participará el 20 de enero como invitado en la toma de juramento de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
El precandidato, en una entrevista con EL DEBER, aseguró que participará en ese evento para buscar inversiones en favor del país y presentar los desafíos del país con la perspectiva de preparar su propuesta electoral con miras a la campaña.
“Voy a estar allá el 19 y el 20 en Washington. El Frente Conservador Boliviano está tratando y ya tiene conexiones con varios líderes a nivel internacional, entre ellos Jair Bolsonaro de Brasil, que es por esa línea internacional que yo he ingresado a los conservadores”, dijo.
Según el precandidato, su intención es establecer contactos con líderes conservadores internacionales. Además de Trump, espera tener contactos con Jair Bolsonaro y Javier Milei, con quienes comparte valores como “la defensa de la familia y la libertad económica”.
“Bolivia debe alinearse con países que respetan a Dios, la patria y la familia. No podemos seguir siendo aliados de dictadores como Maduro o del socialismo del siglo XXI. Necesitamos aliados que nos ayuden a salir de esta crisis económica y moral”, expresó.
Sánchez señaló que su viaje fue posible gracias a la invitación de líderes conservadores estadounidenses, quienes reconocen su propuesta política. Junto a él, viajará Anelín Suárez, quien ha trabajado en la vinculación del Frente Conservador con redes internacionales.
Críticas
Eso sí, cuestionó las alianzas de otros sectores de la oposición, especialmente la del frente Libre que lidera el expresidente Jorge Tuto Quiroga.
“Evo Morales, Luis Arce y los políticos de siempre forman parte de un pacto secreto que ha frenado la renovación en el país. Llevan décadas viviendo de la política y beneficiándose de la corrupción, mientras los bolivianos seguimos trabajando duro para sobrevivir”, afirmó.
Destacó la necesidad de auditar y combatir la corrupción en las empresas públicas como una de sus principales medidas económicas. Según Sánchez, la corrupción ha generado un gasto innecesario que podría reducirse entre un 20 % y un 25 % con una gestión más transparente.
Sánchez considera que la economía boliviana está atrapada en una crisis que requiere acciones inmediatas. Propuso disminuir los impuestos, reducir los aranceles aduaneros y unificar los gravámenes para facilitar el comercio internacional y combatir el contrabando.
También abogó por incrementar la seguridad jurídica para atraer inversión extranjera, señalando que más de 200 empresas han abandonado Bolivia en los últimos seis meses debido a la falta de confianza en el sistema legal.
“El riesgo país de Bolivia es alarmante, solo superado por Venezuela. Sin un cambio en las políticas económicas y jurídicas, el futuro de los jóvenes será buscar oportunidades fuera del país. Eso tiene que cambiar”, aseguró.
El abogado también criticó el actual sistema político boliviano, señalando la falta de independencia de los poderes del Estado y acusando al Tribunal Supremo Electoral de responder a intereses del Ejecutivo.
Propuso reformar la Constitución Política del Estado, aprobada durante el mandato de Evo Morales, para establecer un verdadero sistema de pesos y contrapesos.
“La Constitución vigente no funciona. Fue creada por los mismos actores políticos que ahora pretenden perpetuarse en el poder. Necesitamos una nueva propuesta que devuelva la esperanza a los bolivianos”, argumentó.
Campaña
Sánchez ingresó a la política en 2021 como candidato a la gobernación de Cochabamba, donde, con una campaña de apenas tres semanas, logró posicionarse en tercer lugar. Este resultado, según él, demuestra que los bolivianos buscan alternativas nuevas y responsables.
“Es hora de que las personas de bien se involucren en la política. Sabemos que es un camino difícil y lleno de riesgos, pero es necesario para cambiar el rumbo del país”, concluyó.