Los cuestionamientos al padrón electoral biométrico “no tienen fundamento técnico” por su consistencia e integridad, sin embargo, se invitará a las universidades del país a realizar una verificación de los datos de cara a las elecciones generales de agosto, informó el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel.

“El padrón electoral ha experimentado una gran evolución y mejora con la incorporación de información biométrica. A lo largo de su implementación y desarrollo se han realizado auditorías y controles para garantizar la calidad de datos, incluyendo una auditoría integral realizada por la OEA el año 2017 que ratificó la confiabilidad del padrón. De todos modos, de vez en cuando surge algún cuestionamiento acerca de la fiabilidad del padrón electoral, por supuesto sin ningún fundamento técnico”, afirmó.

Ante esa situación, anunció la invitación al Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana para que en su condición de Ente Coordinador del Sistema Universitario Público pueda conformar una comisión técnica, con docentes y estudiantes de las carreras de informática, que se encargue de realizar una verificación del padrón.

Advirtió que “estas apreciaciones negativas” sobre la base de datos electoral han posicionado en cierto sector de la opinión pública el criterio de que el padrón estaría contaminado o incrementado con personas inexistentes o dobles registros destinados a sustentar acciones fraudulentas.

Antes esas apreciaciones, respondió que existen evidencias técnicas que acreditan la consistencia e integridad de los datos contenidos en el padrón electoral, y aseguró que “la prueba más fuerte de la integridad del padrón ha sido su uso efectivo y aceptado por la ciudadanía con su asistencia y votación en los comicios electorales de los años 2020, 2021 y recientemente 2024 con motivo de la elección judicial”.

Con ese respaldo, enfatizó que es “técnicamente imposible que una misma persona pueda estar registrada más de una vez en el padrón”.

“Esta garantía no solo se sustenta en la documentación de identidad que permite el registro. La fiabilidad del padrón radica, esencialmente, en el registro biométrico que está basado en el registro de las 10 huellas digitales de una persona, entre otros”, defendió.

El padrón electoral es el sistema de registro biométrico de todas las bolivianas y bolivianos en edad de votar, y de los extranjeros habilitados por ley para ejercer su derecho al voto.

Incluye, como mínimo, además de la información biométrica, los siguientes datos: nombres y apellidos, fecha de nacimiento, sexo, grado de instrucción, domicilio, tipo de documento, número de documento, nacionalidad, país, departamento, provincia, municipio, territorio indígena originario campesino y localidad de nacimiento, asiento y zona electoral, y recinto de votación.

El 2024, el Tribunal Supremo llevó a cabo una actualización exhaustiva del padrón electoral con enfoque en la depuración de registros y la inclusión de nuevos votantes, especialmente en áreas rurales y regiones con mayor población joven.

Para las elecciones judiciales 2024, fueron habilitados 7.334.435 ciudadanos, se inhabilitaron a 392.806 y fueron depurados 703.752.

Al defender el registro de los electores, Hassenteufel recordó que los últimos datos del Censo Nacional de Población y Vivienda del 23 de marzo de 2024 “también coinciden con la proporción de población votante, indicador que atestigua que no existe inflación en los datos de personas registradas”.

Pese a todo, reafirmó que TSE no tiene inconveniente alguno en someter a pruebas de validez y consistencia los registros actuales.

Por lo que anunció la invitación al Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana para que conforme una comisión técnica, con docentes y estudiantes de las carreras de informática, que se encargue de realizar una verificación del padrón.