Los quillacolleños movilizados en el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) para exigir un fallo que ponga fin a la pugna por la silla edil, sostienen que no abandonarán la vigilia sin la sentencia que restituya al alcalde titular Eduardo Mérida, electo mediante voto; no descartan iniciar una huelga de hambre desde este miércoles.

Ayer organizaron una protesta pacífica en puertas del TCP, de rodillas, se sacaron sangre para escribir “justicia” y aseguraron que se quedarán en sus carpas haciendo vigilia a la espera del fallo, informó el dirigente Cristián Castellón.

Ante la mirada de los policías que resguardan el TCP con barricadas, los manifestantes reciben el respaldo de los transeúntes con bocinazos de los vehículos.

Mérida, de línea opositora al Gobierno, fue suspendido del cargo y el oficialismo designó a un interino.