La difusión de encuestas de preferencia electoral en redes sociales y en algunos medios de comunicación, o, incluso, el mero anuncio de su difusión, han generado polémica y confusión en estos últimos meses de 2024.

Un estudio de la consultora internacional Morris&Co, divulgado este jueves, incluye una medición de intención de votos; considera una docena de líderes políticos oficialistas y opositores, desde el alcalde cochabambino Manfred Reyes Villa hasta el activista y periodista Virginio Lema, aunque excluye al expresidente Evo Morales.

Hace más de una semana, salió a la luz otra encuesta, atribuida al empresario Raúl Garafulic, que contemplaba solo a ocho opositores, desde el expresidente Tuto Quiroga hasta su par, Carlos Mesa.

Ante ambos estudios hubo cuestionamientos en redes sociales de ciudadanos y líderes políticos que no salieron favorecidos, mientras los beneficiados reaccionaron con cautela; a raíz de esos datos, se generaron cruces mediáticos y en redes sociales. 

Un apunte: en este último caso, Garafulic tuvo que salir a aclarar que la encuesta era privada y algunos datos habían sido manipulados.

No es primera vez que Garafulic debe dar explicaciones . En septiembre, Radio Kawsachun Coca difundió una encuesta que ponía a Morales primero entre 11 líderes, oficialistas y opositores; el medio cocalero atribuyó el estudio a Garafulic, que lo desmintió.

Al margen, hay otras encuestas encargadas por políticos y organizaciones, que se manejan de manera privada.

En medio de este panorama,  hace una semana, el empresario Marcelo Claure anunció que había encargado “la encuesta más completa jamás realizada sobre Bolivia”, cansado de leer tantos estudios con resultados distintos, según dijo. Internautas lo acusaron de tener intereses y buscar poner un candidato, lo cual el negó. Ya tiene su encuesta, cuyos resultados se difundirán en horas más, y él mismo ha asegurado que “generará controversia” y lo “colocará en el centro de disputas”.

En el último proceso electoral en Bolivia, en el que el MAS ganó con Luis Arce, las encuestas fueron objeto de cuestionamientos porque estuvieron lejos de los resultados oficiales.

CONTEXTO Y DUDAS

Las elecciones generales del próximo año se realizarán en medio de una inédita división del oficialista MAS en dos alas, una comandada por Morales y otra por Luis Arce. 

Justamente, a la administración de Arce, ‘evistas’ y opositores le atribuyen una presunta intención de postergar los comicios generales, tesis que cobró fuerza desde que el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) suspendiera parcialmente las elecciones judiciales de diciembre.

Su vicepresidente, Francisco Vargas, admitió que había riesgo, tras ese fallo que calificó de “golpe a la democracia”.

El Órgano Electoral ha reclamado un “blindaje jurídico” a la Asamblea Legislativa Plurinacional para tomar decisiones frente a este tipo de resoluciones; no ha tenido eco. 

FECHA

Las elecciones generales en Bolivia están previstas para el 17 de agosto del próximo año, según confirmó en agosto el Tribunal Supremo Electoral.

¿La crisis queda secundarizada por encuestas?

“Me da la sensación que las encuestas quieren posicionar a la fuerza un ámbito electoral en un escenario altamente conflictivo cuando lo que el día de hoy Bolivia requiere es que se resuelvan los problemas más acuciantes (...), que de alguna manera son secundarizados frente a las encuestas”, comentó para CORREO DEL SUR el analista político Germán “Chunka” Gutiérrez, al calificar los estudios de “precipitados” y “distraccionistas”.

Llamó la atención sobre resultados que dan ventaja a quienes “siempre se han dedicado a la política”, sin dar opción a la aparición de nuevas candidaturas, por lo tanto, “parecería ser que la tendencia es que no aparezca ninguna novedad en el escenario electoral”.

El exparlamentario y exalcalde sostuvo además que “las encuestas tienen un defecto terrible: están detrás de la búsqueda de un mesías, vale decir, una sola persona que salve a Bolivia”, por lo que no van a las causas y se genera “un falso escenario en el que se supone que todas las cosas en Bolivia están muy bien, que vivimos en plena democracia”. 

En esa línea, instó a preguntarse sobre las propuestas de los candidatos y lamentó que, nuevamente, no aparezca el partido político, “al grado de que el día de hoy, hay candidatos sin partido y hay partidos sin candidatos”.

Finalmente, observó que no se hable de la necesidad de un nuevo padrón electoral ni de sanear el escenario, un tema de fondo antes de las elecciones.