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Medio: LA PRENSA
Fecha de la publicación: miércoles 13 de noviembre de 2024
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia directa y participativa
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El sistema político y dos órganos —anteriormente llamados poderes— del Estado han decidido que deben llevar- se adelante las elecciones judiciales. Es un gesto de unidad en medio de profundas divergencias de todo tipo y permite comprender que en Bolivia la democracia todavía es un valor supremo.
La democracia, en todo caso, debe ser entendida no sólo como la posibilidad periódica de las personas a acudir a las urnas para votar por determinado candidato, sino como la forma efectiva en la que, a través de diferentes colectivos, organizaciones, plataformas y partidos políticos, los ciudadanos se organizan para participar en los procesos de toma de decisiones.
Democracia es participación, no es el simple acarreo de individuos para votar por determinada persona, como tan bien mostró Armando Chirveches en su monumental obra La candidatura de Rojas o no es la mera competencia de “aparatos”, vale decir, quién puede reunir la mayor montonera de gente para exigir ciertas cosas. Esos conceptos son parte del juego democrático, pero no la esencia de este valor supremo social.
Democracia es acatar lo que dice la mayoría, pero también respetar, en su justa medida y proporción a las minorías. La democracia es la mejor forma de organización social y política que ha desarrollado la humanidad desde sus albores. Dictaduras y monarquías son formas superadas.
Por ello, fue tan importante el pronunciamiento del sistema político nacional contra una disposición que puede ser constitucional y legal, pero que carece de lo más importante que debe rodear a toda normativa social para que sea acatada: la legitimidad. Legalidad y legitimidad son dos conceptos diferentes, en algunos casos diametralmente opuestos.
Por ejemplo, las disposiciones emanadas por un régimen impuesto por la fuerza o el fraude pueden ser perfectamente legales y ajustarse estrictamente a los preceptos de las leyes, pero carecen de legitimidad porque su origen es espurio. La declaración aprobada el lunes en La Paz apunta en esa dirección: dar validez a lo legítimo y rechazar lo legal pero espurio.