Medio: El País
Fecha de la publicación: domingo 03 de noviembre de 2024
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Otros
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
No hay batalla por la sucesión de Carlos Mesa al frente de Comunidad Ciudadana, pero sí una sucesión de movimientos estratégicos tal vez coordinados desde la “sororidad” que parecerían allanar el camino hacia la primera candidatura presidencial con opciones reales de una mujer.
Aunque Carlos Mesa llevaba quince años siendo el “candidato reprimido” de la oposición, porque nunca quiso dar un paso en falso, Comunidad Ciudadana fue un experimento construido a toda velocidad sobre la piedra angular del FRI, el partido cuasifamiliar del fallecido Motete Zamora, cuya familia, a final de 2018 decidió junto al gobernador tarijeño Adrián Oliva que aquella era la mejor opción de la oposición.
Mesa apenas confía en sus amigos de la infancia que al fin y al cabo forman la mesa camilla del partido, pero aun así hizo un casting para elegir candidatos en 2019, casi un concurso de méritos, y así fue juntando en cada departamento a lo más granado de la oposición que le rascara algún voto. En 2020 fue diferente porque muchos de sus socios decidieron subirse al carro de Jeanine Áñez dejando un partido aún más escuálido y con menos garantías, como se ha observado.
Fuentes del partido estiman que hay 24 “tránsfugas” de los 51 curules que el partido logró en las elecciones de 2020, pero además, otros parlamentarios llamados a consolidar el proyecto han preferido hacer la guerra por su cuenta, como Rodrigo Paz que tiene su propia marca y otros como el diputado Ormaechea.
El día a día de la bancada lo gestiona el inseparable Carlos Alarcón con asistencia del diputado Urquidi, pero los focos de la acción opositora más visible se los llevan cuatro mujeres, y las cuatro están en la lista que se manejan en la negociación de una posible plataforma opositora donde Carlos Mesa no tendría asiento, en parte, porque no lo quiere.
Luciana Campero: La diputada suplente tarijeña llegó a Comunidad Ciudadana como líder de una de las plataformas ciudadanas que se crearon a raíz de la crisis de los incendios de 2019 donde también participaban hijos de antiguos colaboradores de Mesa. Campero se ha destacado por su consecuencia y radicalidad: no dudó en denunciar el transfuguismo de su diputado titular, Edwin Rosas, y armada con su celular ha sido clave para desvelar algunos de los peores manejos en la Asamblea Plurinacional. Además ha sido incansable en su tarea de fiscalización. De Campero se destaca que aunque venga flirteando con fórmulas más libertarias, nunca ha dejado un resquicio en su lealtad a Carlos Mesa.
Luisa Nayar: La diputada cruceña ha seguido la línea abierta por Campero y también ha crecido desde las redes, dando el salto después a los grandes medios, donde suele ser reclamada para participar por su claridad de ideas y contundencia de opinión. Actualmente ejerce como segunda Vicepresidenta de la Cámara, lo que ha utilizado como campaña promocional “la vice” levantando algunas susceptibilidades entre sus compañeros que, sin embargo, no ha pasado a mayores. Manfred Reyes Villa intentó atraerla, pero se mantuvo fiel a Carlos Mesa.
Andrea Barrientos: La senadora cochabambina se había labrado su popularidad como activista y como vocalista por lo que rápidamente fue uno de los perfiles más demandados por la prensa y promocionados por Carlos Mesa. Contundente y dialogante, fue nombrada jefa de bancada, pero no tardó en caer en desgracia luego de que se filtrara un video de una sesión en la que aseguraba tener más afinidades con el MAS que con Creemos, palabras que sacadas del contexto resultaron lapidarias para un Carlos Mesa siempre acusado de “colaboracionismo”. Tras una temporada en la heladera, Barrientos vuelve a acaparar proyección pública a base de intervenciones y proyectos de Ley que defiende con soltura. No teme ser verso suelto en medio de una discusión cada vez más polarizada ni en una oposición que explora una derechización más programática.
Cecilia Requena: La senadora paceña es de la generación anterior a las otras tres citadas y forma parte de la mesa chica de Carlos Mesa junto a su esposo José Antonio Quiroga. Su trabajo es más silencioso y académico pero imprescindible para la estrategia de Mesa: centrada en su especialidad, el medio ambiente, ha logrado poner en agenda temas específicos que desnudan la estrategia desarrollista del MAS por encima de su discurso. Es la que favorita para ocupar un cargo relevante en una futura plancha aunque los estrategas le demandan más actividad pública.