Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: lunes 28 de octubre de 2024
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones judiciales
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En Cochabamba siete abogados se disputan una titularidad y una suplencia
en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y en el Tribunal Constitucional
Plurinacional (TCP), en las elecciones judiciales, previstas para el próximo
1 de diciembre. Sus propuestas coincidentes son lograr la independencia
judicial, el acceso a la justicia, resolver la mora procesal y la lucha contra
la corrupción, según datos de la página web del Órgano Electoral.
En tanto, algunos analistas expresaron su incredulidad ante el proceso
electoral, porque aseguraron que no resolverá la crisis del fondo del sistema
judicial boliviano.
En las elecciones del 1 de diciembre se elegirá a 52 autoridades para el
TSJ, para el TCP, para el Tribunal Agroambiental y para el Consejo de la
Magistratura. De esta manera, cesarán los cargos de los llamados jueces
“autoprorrogados”, según analistas.
Propuestas para el TSJ
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Los candidatos al TSJ son Delina Irma Zurita Herbas, Cándida Méndez
Torrico, Mercedes Huanca López, Sarina Sandra Marañon Revollo; Danny Roberto
Knaudt Vilaseca; German Saúl Pardo Uribe y Pablo Antezana Vargas.
Sus propuestas en común son, primero, el acceso a la justicia. Los
candidatos mencionaron la necesidad de implementar políticas que faciliten este
acceso y enfatizan en la reestructuración y creación de juzgados para responder
a la demanda de población
La segunda propuesta es fortalecer la independencia judicial a través de
reformas y garantizando la carrera judicial. Esta independencia es vista como
fundamental para asegurar una justicia imparcial y efectiva.
La tercera propuesta es la lucha contra la corrupción. Los postulantes
coincidieron en que se deben establecer procesos de selección meritocráticos y
capacitaciones para asegurar que los jueces sean idóneos y éticos.
La cuarta propuesta tiene que ver con soluciones a la retardación y la
mora judicial. Proponen la creación de nuevos juzgados y mecanismos para
acelerar los procesos judiciales.
La quinta propuesta es acerca del uso de tecnología: hay un consenso
sobre la importancia de modernizar el sistema judicial mediante el uso de
tecnologías de la información. Sugieren implementar sistemas digitales y
capacitación en herramientas tecnológicas para mejorar la gestión de casos.
La última propuesta se refiere a la capacitación del personal judicial.
Muchos plantean la necesidad de capacitar al personal del Órgano Judicial en
aspectos técnicos y éticos, lo que se considera crucial para mejorar la calidad
del servicio judicial.
Postulantes al TCP
Los aspirantes por Cochabamba al TCP son Fernando Bruno Escobar Pacheco
y Julio Veizaga, cuyas coincidencias son los enfoques sobre la justicia
constitucional y la protección de los derechos en Bolivia.
Ambos proponen fortalecer la protección de los derechos de diversas
poblaciones, como de los pueblos indígenas, de las mujeres y de los niños.
Escobar plantea la emisión de sentencias unificadoras que protejan estos
derechos, mientras que Veizaga sugiere la creación de salas constitucionales
dedicadas a su protección.
Ambos abogan por la creación de estructuras que fortalezcan la justicia
constitucional. Proponen una unidad de coordinación para unificar los criterios
jurisprudenciales y la creación de salas constitucionales en ciudades
intermedias para acercar la justicia a la población.
Mencionan la implementación de tecnologías de la información para
gestionar procesos de manera más accesible y transparente. Escobar sugiere
crear una unidad de auditoría informática que se alinee con la necesidad de
modernizar el sistema judicial.
Las propuestas de ambos reflejan una preocupación común por la calidad y
accesibilidad del sistema judicial en Bolivia, así como un enfoque de
protección de los derechos fundamentales, a través de la modernización y la
capacitación.
Se trata de un parche
Para el director de la Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez, las
elecciones judiciales no resolverán la crisis del sistema judicial, porque se
trata de un problema estructural.
Menciona que los dos procesos anteriores evidenciaron que el proceso de
preselección de altas autoridades para los cargos judiciales, en la Asamblea
Legislativo Plurinacional (ALP), no es el adecuado porque no garantiza la
independencia, imparcialidad y meritocracia de los profesionales.
Señala que la próxima gestión gubernamental debe encarar la reforma
judicial, fundamental para recuperar la institucionalidad del sistema judicial
y no “sólo hacer parches”.
Para el jurista Ramiro Orías, las elecciones judiciales no servirán para
resolver la crisis judicial. “La interrupción y suspensión de este proceso
electoral que llega casi languidecido en su capacidad de devolverle legitimidad
social al sistema de justicia”.
Cuestiona que el control centralizado de la difusión de méritos de los
candidatos – escasamente conocidos por la ciudadanía-, junto a la prohibición
de campañas electorales, restringe que este momento sea un tiempo de
deliberación pública sobre sus propuestas de reforma electoral.
Como Nuñez, Orías señaló que la propuesta de una política pública de
reforma integral de la justicia es el desafío de las nuevas autoridades
nacionales.
Sistema presenta fallas
Sobre el tema, la jurista independiente Kathia Saucedo señaló que el
sistema de elección judicial vigente tiene fallas serias; mencionó que el
sistema de votación popular no garantiza la decisión ciudadana y
eso se evidenció con la poca participación de la gente en las urnas durante los
dos procesos electorales anteriores.
Lamentó que los políticos no optaran por una reforma parcial
constitucional, sino por mantener el actual diseño. “Entonces estamos yendo a
la elección judicial con esos gravísimos defectos”, señaló Saucedo.