Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: lunes 27 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Sin embargo, el relator para Bolivia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Francisco Eguiguren, afirmó: “Yo, personalmente, creo que en este país no hay dictadura. En este país sí hay democracia”.
Para comprender lo que es dictadura y vivir en democracia el profesor e investigador universitario Eduardo Paz Rada brindó una sucinta explicación a Cambio.
¿Cómo se define la dictadura?
Entendemos dictadura como una forma de gobierno que ha surgido, generalmente, de un golpe de Estado y que no cumple con ninguno de los preceptos constitucionales; es decir, impone todo a la fuerza, todas las decisiones de un gobierno. Esa es la característica general de una dictadura.
En el caso de América y Bolivia, particularmente, las dictaduras militares han estado lideradas por figuras castrenses como Barrientos en 1964, Banzer en 1971 y García Meza en 1980. Han sido gobiernos que se han impuesto todos por la fuerza y han perdido toda legalidad y vigencia de la propia Constitución Política del Estado (CPE).
¿Cuáles son las características fundamentales de estos gobiernos?
Fundamentalmente conculcar (transgredir) todas las libertades democráticas. Todos los derechos de los ciudadanos, de las organizaciones sindicales o políticas eran totalmente anulados, pero eso no es todo porque eso estaba acompañado por políticas de represión, de persecución, de asesinato, de exilio y represión totalmente arbitrarios. En ese sentido, las dictaduras en Bolivia han estado muy marcadas por eso, porque se han utilizado los instrumentos de la violencia y represión para perseguir a todos quienes opinaban distinto, a quienes se organizaban para tratar de defender sus derechos. Particularmente en la época de Banzer y García Meza han sido anulados todos los derechos sindicales, las organizaciones estudiantiles, las organizaciones gremiales y todas las organizaciones políticas. Había un poder concentrado en la mano militar, ellos decidían todo, en todas las instancias del país, y quien mínimamente manifestaba su oposición o demandaba derechos, era perseguido, era detenido, era exiliado y ahí están presentes las torturas, la violencia física, la persecución a la familia, toda una serie de aspectos que caracterizan a un gobierno dictatorial, que impone todo a la fuerza.
Un fenómeno peculiar se dio en la política boliviana, cuando el dictador Banzer apareció en la década de los ochenta como abanderado de la democracia y fue presidente en ese período de la historia. ¿Cómo se puede entender este viraje?
Lo que pasó en la dictadura de Banzer es que después del golpe militar contra el general Juan José Torres hay un acuerdo entre las Fuerzas Armadas, el MNR de Víctor Paz Estenssoro y Falange Socialista Boliviana (FSB) de Mario Gutiérrez Gutiérrez. En ese acuerdo, que duró entre 1971 y 1974, Banzer consigue reclutar a muchos militantes de esos partidos que luego de la dictadura de los siete años, serán los que van a promocionarlo en el período democrático; es en ese contexto que los dirigentes golpistas del 71, de la Falange y MNR se convierten en la base política del nuevo partido de Hugo Banzer (Acción Democrática Nacionalista), pero prácticamente tienen toda la estructura mental y política de la dictadura para manejar el poder.
La ADN es fruto de la dictadura en la cual enriqueció a los militares y civiles con corrupción, con obras y una serie de compras para el Estado. Todos ellos posteriormente conformaron la ADN.
¿Cómo era este período de la historia cuando estos partidos se sorteaban el destino en el manejo del Estado?
Una vez que se institucionalizan los procesos electorales en Bolivia, el sistema de partidos políticos lo configuran sobre todo los tres que manejaron el destino del país: MNR, ADN y MIR, durante 20 años de neoliberalismo. Prácticamente se convirtieron en los que se turnaron en el control del poder y más aún en sortearse la conducción de los distintos ministerios, las empresas estatales, en especial en ese período las más codiciadas eran la Aduana Nacional e Impuestos Internos.
Las personas que estuvieron al mando de las instituciones del Estado se enriquecieron gracias al padrinazgo de Hugo Banzer, Víctor Paz Estenssoro, Gonzalo Sánchez de Lozada y Jaime Paz Zamora. Muchos de los militantes de esos partidos políticos aparecieron con ingentes cantidades de recursos económicos que les ha permitido convertirse en políticos, a través de su participación como senadores o diputados, para seguir usufructuando de la riqueza del Estado boliviano.
¿Cuál es su opinión sobre Jorge Tuto Quiroga, que fue vicepresidente de Hugo Banzer en la etapa democrática?
Es un heredero de Banzer, actuó en la lógica de apropiación del Estado y en su actividad política ha seguido las mismas pautas de Banzer, es decir, usar el aparato del Estado para el enriquecimiento personal y de su grupo. Hay que tomar en cuenta que durante las gestiones de Banzer y Tuto Quiroga se han generado una serie de políticas entreguistas, por ejemplo, de los recursos hidrocarburíferos, las refinerías, la comercialización y transporte, que prácticamente a muchos de los seguidores les ha permitido enriquecerse con los negociados en el país.
¿Estos políticos que vienen de la dictadura y están en vigencia, cree que tengan alguna respuesta para el desarrollo del país?
No lo creo, pero lo que tienen en su experiencia sobre el manejo del Estado es una visión totalmente neoliberal y entreguista, donde no existe la dignidad nacional, no existe la vigencia de la soberanía y se caracteriza por entregar los recursos naturales y toda esa riqueza a las grandes transnacionales; al mismo tiempo, en el país aplicar políticas de ajuste, políticas de despidos, por tanto, de desempleo, políticas de no responsabilidad sobre la educación y salud, la subida de los precios, la inflación, la devaluación de la moneda; prácticamente esa es la característica del proyecto neoliberal en el que están enlazadas personalidades como Samuel Doria Medina, Jorge Quiroga, o el propio gobernador del departamento de Santa Cruz, Rubén Costas, que también es el fiel reflejo de toda esa política entreguista y oligárquica del pasado.
Algunas autoridades del Gobierno manifestaron que la oposición, como resultado de su desesperación, podría generar acciones de violencia. ¿Se podría llegar a ese escenario?
Pueden estar dispuestos a todo. Ya hemos visto lo que ocurrió en 2008 cuando se estaba impulsando el proceso de transformaciones económicas como la nacionalización, con la recuperación de los recursos naturales y especialmente con la instauración de la Asamblea Constituyente que estaba planteando un nuevo pacto social, la nueva Constitución. En ese momento aparecieron los grupos paramilitares del oriente, la juventud cruceñista y grupos armados que han intentado, en su momento, derrocar al gobierno de Evo Morales, pero que han sido derrotados por el pueblo, por los movimientos sociales y la institucionalidad del país.
Por eso, esa situación no se puede descartar porque como no tienen el poder, están dispuestos a cualquier cosa para reconquistar nuevamente el control del Estado y de esa manera seguir una política de enriquecimiento a favor de esos grupos de poder que existieron en el pasado.
¿Y estos sectores tienen una propuesta para el desarrollo integral del país?
No se observa en los partidos opositores ni en las llamadas plataformas ningún planteamiento para el país. Lo único que hacen es denominar el ‘Estado de Morales’; eso no es ningún programa, ninguna propuesta, es simplemente una consigna; sin embargo, todas estas políticas de oposición no tienen ninguna propuesta para el país y lo que podrían proponer es volver al pasado, que fue totalmente dramático y grave para toda la estructura económica y política del país, porque ahí se produjo un grave empobrecimiento de la población, se perdieron las empresas, se perdieron empleos, porque los trabajadores quedaron en la calle, y puede volver a repetirse esto siempre y cuando líderes políticos como Quiroga Ramírez, herederos de Jaime Paz o el mismo Doria Medina pueden volver a repetir esas páginas negras para Bolivia, y eso será funesto.
Las nuevas generaciones no conocieron la dictadura. ¿Usted cree que lo que se vive en la actualidad es dictadura, como dicen algunos opositores?
Lo que se vive en la actualidad es todo lo contrario de una dictadura e incluso de una democracia neoliberal. Ahora lo que tenemos es una democracia de liberación nacional, una democracia en la cual la participación del pueblo y de las grandes mayorías es importante, pues son prácticamente las que deciden y son decisiones que están vinculadas a la soberanía, es decir, a desarrollar acciones y decisiones políticas, al margen de las imposiciones del imperialismo.
¿El pueblo permitirá que quienes entregaron el país a las transnacionales vuelvan a gobernar?
Creo personalmente que no. Hay una conciencia nacional y popular que está presente, y existen organizaciones de base muy fuertes que alcanzan a todo el territorio nacional y a los sectores más desprotegidos y empobrecidos; por tanto, es una clase social que va a defender de una manera constante, permanente y profunda todo lo que han significado los cambios estructurales que repercutieron en la vida social y política del país.