Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: lunes 27 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Los autores básicamente identifican dos grandes regímenes políticos o formas de gobierno posibles: las autocracias y las democracias (ambas en plural), que se distinguen por el grado de (mayor o menor) concentración de poder, por la (mayor o menor) participación política, la (mayor o menor) apertura del Régimen o del Gobierno hacia factores que pudieran incidir en el destino o la línea de dicho Gobierno, la (mayor o menor) atención al catálogo de derechos, deberes y garantías constitucionales, y las modalidades de conformación de los órganos públicos de gobierno.
En atención a éstas y otras variables más, podemos caracterizar los diversos tipos de:
-Regímenes autoritarios: totalitarios como el nacionalsocialista alemán del Tercer Reich o el fascismo Italiano de Francisco Franco en el contexto de la segunda parte de la Guerra Mundial, y
-Regímenes burocráticos autoritarios o dictaduras militares: de la década de los sesenta y setenta en Sudamérica, guiados por el Plan Cóndor y la infame Escuela de las Américas.
-Regímenes democráticos o formas de gobierno democráticas: democracia directa, democracia liberal representativa, democracia semidirecta o mixta, democracia participativa, la democracia comunitaria o la democracia intercultural, que consiste en la cohabitación de múltiples formas de democracia en un solo Gobierno, como el caso del Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia.
La Teoría de la Transición no sólo nos muestra la caracterización de los regímenes políticos o formas de gobierno, sino sobre todo nos permite analizar los cambios o rastrear los procesos de transformación de dichos regímenes o formas de gobierno a lo largo del tiempo, estableciendo que ningún régimen puede saltar de una forma (de gobierno) a otra de manera directa, sino al contrario, debe escalar o desescalar.
En otras palabras, por ejemplo, no se puede pasar de un Gobierno democrático a un Gobierno de dictadura de un solo salto, sino al contrario: los regímenes políticos paulatinamente van escalando de una forma de gobierno hacia otras, llamadas híbridos institucionales, hasta llegar al siguiente nivel.
De esta manera, podemos constatar en términos fácticos en la historia que luego de las dictaduras militares en Sudamérica sobrevino un proceso de transición, efectivamente, pero esa transición que generó la desescalada de la dictadura o de los regímenes burocráticos autoritarios, no arribó a una democracia plena, sino más bien se quedó en la reinstalación de ciertas libertades, derechos y garantías en la sociedad civil, la liberalización de la economía y el retorno de las elecciones libres, frecuentes con limitada participación para la alternancia del Gobierno y la conformación de los órganos públicos.
En otras palabras, de la dictadura se desescaló hacia una dictablanda (híbrido institucional que se identifica con la liberalización de la economía) contenida en los principios de la reforma estructural del Estado y el Decreto Supremo 21060 en Bolivia, y luego hacia una democradura (híbrido institucional que se identifica con mayor participación política), institucionalizada en la democracia pactada en nuestro país a mediados y fines de la década de los ochenta del siglo XX.