Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: miércoles 28 de agosto de 2024
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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La decisión de la Sala Plena del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de rechazar por segunda vez la supervisión del congreso del MAS convocado por Evo Morales acentúa la importancia del cumplimiento de las normas democráticas internas de los partidos políticos.
Evo Morales, como expresidente elegido democráticamente, tiene la responsabilidad moral y legal de respetar y promover los principios democráticos, no solo a nivel nacional sino también dentro de su propio partido.
El TSE señaló claramente que la convocatoria al congreso incumple el artículo 13 del Estatuto Orgánico del MAS, que requiere consenso con las organizaciones sociales fundadoras del partido.
Es imprescindible que Morales reconozca y acate las decisiones del Tribunal Supremo Electoral, órgano fundamental para garantizar la integridad del proceso democrático en Bolivia.
La negativa del exgobernante a consensuar la convocatoria con las organizaciones del Pacto de Unidad no solo viola los estatutos del partido, sino que también contradice los principios de inclusión y participación que deberían ser pilares de cualquier organización política democrática.
La práctica de la democracia interna en el MAS es determinante para su legitimidad y para el fortalecimiento del sistema democrático boliviano en su conjunto.
El dirigente político, como figura influyente en el partido, debe liderar con el ejemplo y facilitar un proceso de renovación de directivas que sea transparente, inclusivo y respetuoso de las normas establecidas.
El plazo del 5 de septiembre para la renovación de directivas establecido por el TSE es una oportunidad para que Evo Morales demuestre su compromiso con la democracia interna del MAS y con el cumplimiento de las regulaciones electorales.
Ignorar este plazo o continuar con prácticas que excluyen a sectores importantes del partido podría tener consecuencias graves, incluyendo la posible inhabilitación del MAS para participar en las elecciones generales de 2025.
Sería bueno para el país que Evo Morales, como líder político y expresidente, respete las decisiones del ente electoral y trabaje en consonancia con los principios democráticos, tanto en la esfera pública como dentro de su propio partido.