Medio: El Deber
Fecha de la publicación: domingo 26 de agosto de 2018
Categoría: Legislación electoral
Subcategoría: Leyes nacionales y decretos reglamentarios
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Con prisa y contra viento y marea, la mayoría del MAS en la Asamblea Legislativa avanza en la aprobación de la Ley de Organizaciones Políticas. La norma plantea la realización de elecciones primarias antes de los comicios nacionales de octubre de 2019, en los que se definirá al presidente de Bolivia durante el periodo entre 2020 y 2025.
Si bien el proyecto presentado por el Órgano Electoral incluía elecciones primarias, estas debían realizarse en 2024. En cambio, el MAS aceleró los plazos y pretende aprobar la norma que obliga a estos comicios partidarios antes del primer semestre de 2019. El Tribunal Electoral ya se ha pronunciado señalando que esto es inviable debido a los plazos.
Tanto la oposición como los analistas políticos asumen que apurar la aprobación de las elecciones primarias es la nueva estrategia del MAS para ‘legitimar’ la reelección de Evo Morales y de Álvaro García Linera, quienes están imposibilitados de ser candidatos porque la mayoría de los bolivianos rechazó esa posibilidad en el referéndum de 2016.
No obstante, el oficialismo insiste y pretende dar por cerrado el debate, ratificando que los actuales gobernantes seguirán siendo sus candidatos. Además, plantea que el resultado de las elecciones primarias debe ser vinculante, pretendiendo equiparar el voto de la militancia de un partido con el voto de los ciudadanos de todo el padrón electoral. El Tribunal Electoral también se pronunció al respecto y advirtió que asumirá su competencia y se pronunciará sobre los candidatos antes de que se realice cualquier tipo de elección.
Lo cierto es que el contexto político del país ha cambiado y ya no está reflejado en la Asamblea Legislativa. El MAS tiene dos tercios de votos, es decir, la mayoría suficiente para definir las reglas del juego político en el país. No obstante, esa no parece ser la realidad en las calles. Una encuesta de Ipsos, divulgada recientemente, expresa que Evo Morales tiene aprobación del 43% en las 10 principales ciudades del país y una intención de voto del 29%. Además, el oficialismo no ha logrado librarse de las protestas protagonizadas por las plataformas ciudadanas en los principales actos nacionales y en todo el país.
Bolivia vive momentos cruciales. Se ha desnudado que la clase político-partidaria no está representando el sentir ciudadano, especialmente de los más jóvenes, que son la mayoría en el padrón electoral. Son precisamente ellos los que plantean la necesidad de defender la democracia y sus valores: alternancia en el poder y respeto a la Constitución Política del Estado. Lo hacen desde la calle y ya se han declarado en emergencia.
La clase política tiene que entender que está en el poder para servir a los ciudadanos y gobernar escuchando al pueblo. La población tiene derecho de defender los pilares de la democracia.