Medio: EJU TV
Fecha de la publicación: lunes 23 de septiembre de 2024
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Problemas de gobernabilidad
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
El máximo dirigente del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, señaló que si Luis Arce Catacora quiere seguir gobernando tiene 24 horas para cambiar a ministros que lo acompañan en su gabinete, aunque no mencionó los nombres de las autoridades censuradas.
“Si Lucho quiere seguir gobernado que en 24 horas cambie a ministros narcos, corruptos, (...), ministros racistas, facistas”, sostuvo el jefe masista en un cabildo realizado la tarde de este lunes en la ciudad de La Paz, al término de la marcha evista. Morales señaló que la marcha es para decir “basta a la traición, a la corrupción, al narctoráfico y a la mala gestión”, advirtiendo que hay autoridades en el Ejecutivo que están alineadas con el imperialismo y que ideológicamente con las ideas del partido azul.
Asimismo, pidió a sus seguidores recuperar la democracia y recordó cómo durante su gobierno se respetó la censura a ministros desde la Asamblea Legislativa, pero ahora con amparos constitucionales se busca revertir la labor fiscalizadora de los parlamentarios nacionales. “Limpie a ministros que están implicados en temas de corrupción”, agregó el también dirigente cocalero. “Si quiere acabar su gestión limpie a ministros implicados en corrupción”, agregó.
Evo dijo que si Arce Catacora “no resuelve” van a seguir las movilizaciones, pero dijo que en el cabildo se acaba su responsabilidad, ya que debe retornar al trópico para producir tambaquí. “Limpie a ministros que están implicados en temas de corrupción”, agregó el también dirigente cocalero y dijo que el actual jefe de Estado al referir que no tomó parte de la creación del modelo masista.
Además, consideró que desde el Gobierno debe haber un programa de austeridad y que presentará una norma para eliminar la renta para expresidentes, aunque también cuestionó que se tenga que reducir el aparato estatal, ya que esto implica que el Estado se vuelva “enano” y esta es una receta de organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.