Luego de los enfrentamientos entre arcistas y evistas en Ventilla, el presidente Luis Arce convocó nuevamente a Evo Morales a sostener un diálogo, pero está vez respondiendo a un llamado que hizo la Defensoría del Pueblo. Asimismo, el mandatario indicó que actuarán bajo el rigor de la Constitución Política del Estado (CPE) y de los instrumentos jurídicos sobre estos hechos de violencia reportados este domingo.

“El Gobierno ratifica su convicción de convocarte en el marco del respeto mutuo a ti y a una delegación de quienes te acompañan a sostener un diálogo sobre los aspectos que ya fueron respondidos de manera escrita. Aceptamos la convocatoria del Defensor del Pueblo y dialoguemos sin condicionamientos en instalaciones de la Defensoría”, indicó Arce en un mensaje presidencial.

La insistencia del mandatario se da ante las negativas de Morales de negarse a asistir a un diálogo con el Gobierno y que, además, este domingo, el defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, llamó a los dos bloques a sentarse y reunirse en sus instalaciones para “llegar a materializar el espacio de diálogo de resolución de conflictividad para evitar un conflicto entre bolivianos y bolivianas”.

Violencia en Ventilla deja heridos y tensiones política

La nueva convocatoria al diálogo se da tras los hechos de violencia suscitados este domingo entre los marchistas evistas contra arcistas que chocaron de manera violenta en Ventilla, El Alto. Según imágenes de medios locales, arcistas y evistas usaron piedras, petardos incluso los puños y patadas durante los enfrentamientos.

La ministra de Salud, María Renée Castro, informó que ocho personas quedaron heridas luego que grupos irrumpieron en un cabildo arcista.

Arce acusa a seguidores de Morales por la violencia y reitera llamado a la paz

Arce también acusó a Morales de enviar a sus seguidores a golpear a miembros del Pacto de Unidad arcista que llevaban, de manera sorpresiva, un cabildo en Ventilla, además del personal médico que se desplazó para atender a los heridos en los conflictos.

“Hoy tus seguidores volvieron a producir violencia en la ciudad de El Alto. Una nueva provocación que esperaba respuesta del mismo tipo. Tus seguidores provocaron a quiénes convocados por el Pacto de Unidad, llevaban un cabildo pacífico y ni siquiera respetaron al personal médico que se trasladó de inmediato a atender a cerca de 10 personas heridas por los agresores que enviaste”, dijo el Jefe de Estado.

Tras los hechos violentos, Arce dijo que actuarán conforme a lo que manda la CPE y que no caerán ante las provocaciones de los evistas.

“No caeremos en ese juego y al contrario, actuaremos como nos manda los instrumentos jurídicos vigentes y la Constitución Política del Estado. Una guerra civil, como dice uno de tus operadores, es precisamente lo que quisieran los enemigos internos y externos de nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, para ofrendar nuevamente al imperialismo, no lo permitiremos. Para que haya guerra civil se necesitan al menos dos frentes antagónicos y ese es un gusto que no te daremos”, aseveró.

La marcha evista avanza hacia La Paz mientras aumentan las tensiones políticas

El llamado al diálogo se da además un día antes de que se prevé que llegue a la ciudad de La Paz la marcha evista que comenzó el martes pasado en Caracollo. Los marchistas exigen una solución a la falta de dólares y de diésel y, además, la habilitación de Morales a las elecciones del próximo año, entre otras demandas.

El Presidente insistió en que el verdadero objetivo de la marcha es política y recordó que así lo han manifestado los principales voceros de la protesta

“Han demostrado que tienen objetivos políticos claros y precisos. La petición de elecciones anticipadas, lo que implica acortar el mandato constitucional del presidente y del vicepresidente”.

Incluso, agregó, uno de los voceros de la marcha advirtió a los vocales del Tribunal Supremo Electoral que alisten sus cosas “para irse de sus oficinas cuando su marcha llegue a la ciudad de La Paz”.

Consideró que la decisión de Morales de persistir en su posición y negarse a dialogar demuestra que sólo le “motiva una obsesión política electoral y una ambición personal de poder que se reviste de una inexistente preocupación por los problemas del pueblo”.

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