El líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, envió una carta al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, denunciando que el gobierno de Luis Arce usa “grupos de choque” y la Policía para intentar desbaratar la marcha que califica de “pacífica” y que este sábado cumple su quinto día. En horas pasadas civiles, policías y periodistas denunciaron agresiones de marchistas.

“Detallamos nuestras justas demandas y solicitamos su intervención para que el Estado cumpla la Constitución y el Derecho Internacional”, expone Morales en sus redes sociales en donde muestra la misiva.

La carta se conoce públicamente, cuatro días después del enfrentamiento que se dio en el primer día de la marcha cuando los sectores evistas llegaron hasta la región de Vila Vila, en donde habían grupos arcistas que estaban apostados en los cerros con quienes intrecambiaron piedras, petardos y otros elementos, generándose una gresca que terminó con varios heridos.

Por su parte, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, dijo este viernes que desde el evismo se pretenden radicalizar las medidas de presión en la sede de Gobierno y que estas acciones terminarán en un bloqueo nacional de caminos.

“No perjudique Evo Morales al pueblo paceño. No estrangule la economía de los bolivianos. Si realmente le interesa la economía y la democracia usted hubiera estado sentado en una mesa de diálogo”, dijo Prada.

AGRESIONES REGISTRADAS

El primer enfrentamiento registrado ocurrió el 17 de septiembre, el día que partió al marcha desde Caracollo. Una periodista denunció que fue interceptada por los manifestantes quienes tras agredirla le exigieron borrar las grabaciones que había realizado.

Ese día el Gobierno reportó más de 20 heridos, entre policías, civiles y periodistas.

Otra agresión de los marchistas se produjo el viernes, cuando un funcionario del Ministerio de la Presidencia llegó hasta Ayo Ayo para entregar la carta de invitación al diálogo a Evo Morales.

En el lugar el hombre fue golpeado y horas después se observó que tenía los pantalones rasgados. Evo Morales justificó la situación y dijo que fue una provocación que el enviado haya leído la carta en voz alta antes de buscar entregársela en sus manos.