El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, reiteró que el dialogo con el expresidente Evo Morales está abierto y propuso que él ponga el lugar, en cualquier departamento, para instalarlo.

“Si Evo Morales quiere dialogar, podemos dialogar nosotros en Cochabamba, Tarija, Santa Cruz o en el departamento que él decida. No podemos ir a un diálogo a la denominada ‘marcha de la muerte’; lo que él está buscando es poner en riesgo la vida e integridad del presidente Luis Arce y no vamos a caer en ningún tipo de provocación”, dijo a los periodistas en La Paz.

El viernes, el Gobierno esperó a Morales y cinco de sus seguidores para instalar el diálogo, que fue fijado a las 18.00 en el Ministerio de Educación. Arce asistió; sin embargo, ninguno de los movilizados llegó a la cita.

Morales y la convocatoria

Pese a que la convocatoria fue pública, Morales dijo que no conocía el llamado y que no llegó ninguna carta para informarle. Incluso dijo que una vez que llegue “algo oficial” será evaluado por el denominado Estado Mayor del Pueblo.

“Lamentamos la actitud de Morales, nunca hemos cerrado las puertas del diálogo. Si Evo Morales quiere deshacerse de esta conflictividad y evitar muertos, evitar enfrentamientos, las puertas del diálogo están abiertas. Que él elija, si quiere, el lugar y podemos reunirnos”, insistió Del Castillo.

El viernes, un grupo de movilizados impidió que un emisario del Gobierno y de la Defensoría del Pueblo entreguen a Morales el documento con la convocatoria al diálogo. En medio de empujones y agresiones, no lograron su cometido.

Asimismo, exigieron que sea el presidente Luis Arce sea quien vaya a la marcha para dialogar con Morales y sus correligionarios.

Luis Arce

Al respecto, Del Castillo respondió: “Como ministro de Gobierno, no puedo poner en riesgo la vida y la integridad del Presidente y sugerirle que vaya. Vimos cómo a un emisario lo han golpeado, a los periodistas. ¿Qué seguridad tiene el Presidente de asistir a estos lugares?

La marcha evista del MAS tiene un pliego de 16 puntos, entre los que, además, exige al Tribunal Supremo Electoral (TSE) la validación de su congreso celebrado en Lauca Ñ, en octubre del año pasado, y el “respeto” a la candidatura de Morales a las elecciones de 2025.

Anunciada la llegada de la marcha para el 23 de septiembre, el Pacto de Unidad convocó a sus bases para contrarrestar su avance en la zona de Ventilla, en El Alto.

Pero no es todo, la alcaldesa Eva Copa advirtió que los alteños “no permitirán” el ingreso de los marchistas hacia ese municipio.

Otros sectores también se sumaron al rechazo a la marcha que lidera Morales y la calificaron, como también lo hizo el Gobierno, de un intento de golpe de Estado.