Medio: El País
Fecha de la publicación: domingo 01 de septiembre de 2024
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Otros
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La partida del Movimiento Al Socialismo (MAS) se presume larga y quién sabe, tal vez suicida. El factor tiempo ha empezado a operar: con las elecciones judiciales ya convocadas, el plazo de reemplazo de los magistrados auto – prorrogados empieza su cuenta atrás, y por si alguien no se había dado cuenta, ya se manifiesta en formato de rechazo a las iniciativas presidenciales – al menos en sus interesadas filtraciones al medio de referencia -. Los “abogados que arreglen”, en el caso del referéndum, va a costar algo más.
El aún supuesto tropiezo en el Tribunal Constitucional Plurinacional – que ha rechazado la convocatoria del referéndum por violar el procedimiento, aunque el gobierno insiste en que no conoce el fallo - se solapa con la presentación de los datos del Censo de Población y Vivienda, un acto puramente administrativo, seguido de cerca y validado por organizaciones de la sociedad civil y del ámbito internacional y que sin embargo se ha convertido en el enésimo asunto de choque político, básicamente porque las diferencias entre las proyecciones del INE y los datos reales distan más de un millón de personas, y muchos ya habían sacado cuentas con esas proyecciones.
El gobernador de Santa Cruz Luis Fernando Camacho habla de “fraude censal”, la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, aliada habitual de Arce, montó en cólera, en Potosí y Tarija los cívicos no se lo creen y el gobierno apenas reacciona ofreciendo una “auditoría”. El asunto suma al problema general del Gobierno: la campaña de descrédito que ha sufrido alrededor de errores propios ha abierto brecha y cualquier iniciativa es recogida desde la desconfianza y la incredulidad.
De momento ha logrado devolver a Santa Cruz a la discusión nacional (habrá concentración en el Cristo el martes) pues desde el reemplazo de Camacho por Mario Aguilera, su voz ha estado totalmente ausente y su bancada ya es irreconocible. Si no se logra aplacar pronto la crítica y se intrinca el escepticismo no solo volverán los movimientos especulativos en la economía, sino que probablemente crezca la presión sobre la credibilidad de las próximas elecciones.
La entrevista de Bejarano
En este escenario que parece una sucesión de golpes de efecto y estrategias enrevesadas, el presidente Luis Arce concedió una larga entrevista a un medio español que tiene por corresponsal a la tarijeña Susana Bejarano donde habló de todo, pero sobre todo, desgranó con lujo de detalles la pelea interna con Evo Morales, algo que ha molestado profundamente al ala evista que no ha dudado en responder furibunda.
Arce deja algunas ideas claras: Fue Evo y su entorno el que empezó a desgastar al gobierno con críticas permanentes y otras exigencias, y deja meridianamente establecido que el problema es que Evo Morales quiere ser candidato a cualquier costo mientras que él se supedita a la decisión de los Movimientos Sociales, cuyas dirigencias controla.
Morales prepara para estos días su enésimo Congreso sin el visto bueno del Tribunal Supremo Electoral y que tendrá, de nuevo, el mismo fin: proclamarlo como candidato. Lo cierto es que sin primarias no hay forma inmediata de resolver este asunto y, si finalmente prospera la determinación del TCP y el ministro de Justicia Iván Lima vuelve a fracasar estrepitosamente en su estrategia, tampoco será suficiente con un referéndum que consulta si se quiere hacer un referéndum para modificar parcialmente la Constitución Política del Estado “para incluir la reelección discontinua”, sentando el criterio de que actualmente no lo está y que es precisamente el objeto en discusión.
Como siempre, la oposición aplaude esta nueva fase de una batalla encarnizada que parece haber partido el MAS en posiciones irreconciliables (aunque eso está por ver), y aunque sus planteamientos políticos no están nada claros, por el momento disfruta con la idea de ser alternativa.