A poco más de un año para las elecciones generales de 2025 en el país, el escenario político no parece ser el más claro para el universo de los jóvenes bolivianos que votarán, en muchos casos por primera vez, para elegir al próximo presidente del país. 

Los posibles candidatos a la presidencia y el escenario preelectoral con miras a 2025 se tornan poco menos que atractivos para tomar una decisión en favor de algún líder que pueda descollar como nueva figura política nacional. 

El escenario preelectoral, dicen los expertos, se caracteriza por la ausencia de propuestas e ideas claras que se centren en las expectativas del universo juvenil. 

Expectativas

Para Marcelo Arequipa, analista político, Bolivia ya se encuentra en un ambiente preelectoral, pero no de proposiciones ni de ideas, sino de búsqueda de un desgaste muy fuerte entre los posibles candidatos. Arequipa señala que hay una guerra sucia constante que se vive en el país desde hace varios años.

Las expectativas que tienen los jóvenes, enfatiza, no están siendo llenadas completamente por las posibles candidaturas. “Lo están haciendo, pero de una manera parcial, utilizando el TikTok y de ofrecerles algunas cosas muy de pasada, pero sobre todo intentando conseguir sólo su atención y no hacer que formen parte de una militancia que podría ser constante”, dice. El experto indica que los posibles candidatos ven al voto joven como una masa electoral simple y nada más.

El voto joven en Bolivia

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población habilitada en el padrón electoral para 2021 era de 7.131.075, de los cuales, en el país, 3.641.431 eran mujeres y 3.489.644 hombres. De estos, 532.028 estaban entre los 18 a 20 años. Un universo importante para poder incidir con el voto joven en las elecciones generales de 2025. 

Para el analista político, Paul Coca, el segmento del voto joven es fundamental y determinante. Este, ahora y más que nunca, dice, intentará ser conquistado por las diversas candidaturas.

Coca sostiene que los jóvenes deben ser entendidos en su verdadera dimensión, ya que el pensamiento de ellos es muy diferente al de otras generaciones. “No quieren que el Estado les entorpezca en sus emprendimientos, sino que se les deje emprender y producir; quieren que el país se incorpore al siglo XXI plenamente y a todo lo que el mundo globalizado ofrece”, afirma. 

El analista incide en que, con estas pequeñas pautas, que no son las únicas, los partidos deberían elaborar planes para la juventud, y tener candidatos que representen a este sector, y que generen que los jóvenes apoyen a las candidaturas respectivas.

Consultado sobre si los jóvenes se sienten representados por los políticos actuales, Coca enfatiza en que existen autoridades políticas con las que algunos jóvenes se sienten representados, pero otros no muestran ningún grado de apoyo.

“En este momento, los jóvenes no se van a identificar con una persona como tal, sino con un ideal de progreso, es decir, con una propuesta de cambio para el desarrollo”. 

El experto indica que los jóvenes, por su esencia, son contrarios al poder y al abuso del poder y que se hacen escuchar a través del activismo y de las redes sociales. Además, están cada vez buscando espacios para que sus demandas sean atendidas y chocan con la traba burocrática de la cosa pública.

Deuda con los jóvenes

Por su parte, el senador por Comunidad Ciudadana, Rodrigo Paz, afirma que, si bien no se sabe quiénes serán los candidatos, “lo que sí sabemos es que los jóvenes quieren un país que progrese, un país que los prepare con excelencia profesional para un mundo desafiante, un país que no los expulse al exterior a buscar mejores días. Ese país, con esperanza, crecimiento, trabajo y futuro para todos y todas, es posible. Y todos somos responsables de unirnos para que ello suceda.

Paz asegura que la clase política tiene una deuda muy grande con la juventud y es saber escucharla e interpretarla para brindarle respuestas y soluciones. 

“Desde nuestra fuerza, Primero la Gente, queremos construir -especialmente con los jóvenes- una unidad que vence, que genere con ellos un proyecto y un futuro diferente para Bolivia a partir de 2025”, puntualiza.

Los jóvenes y su  rol en la política

“Las ideas de los jóvenes, especialmente las vinculadas a la tecnología, libertad de empresa, de emprendimientos, y de inclusión de Bolivia al mundo globalizado en pleno siglo XXI, deben venir con una situación de propuesta. Los jóvenes pueden protestar, pero llega el momento en que las propuestas son las que deben imperar, a efectos de que las mismas se hagan realidad.

Asimismo, es importante señalar que existen jóvenes líderes sociales, vecinales, profesionales, académicos y de otros sectores, y que el ingresar a la política es un elemento que puede resultar un camino sin retorno: o se triunfa en la política, o se fracasa en ella. Ese es el desafío que los jóvenes deben comprender”. (Paul Coca)