El senador arcista del Movimiento Al Socialismo (MAS) Rubén Gutiérrez explicó la ruta que debe seguir el referéndum. En primera instancia, la propuesta debe pasar por la Presidencia y, luego, por la Asamblea Legislativa, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) y el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

En la sesión por el Día de la Patria, el presidente Luis Arce anunció un referéndum, para el mismo día de las elecciones judiciales, que consultará tres asuntos cruciales: la continuidad de la subvención a los hidrocarburos, los escaños legislativos y la reelección continua o discontinua.

Dicho planteamiento ha generado diversas reacciones entre los actores políticos y la población. La oposición tradicional y el evismo presumen un objetivo político, principalmente, para resolver el conflicto interno dentro del partido oficialista entre Arce y el expresidente Evo Morales.

Incluso, muchos detractores del Gobierno dijeron que la propuesta del referéndum es inviable e inconstitucional. 

En entrevista con La Razón Radio, Gutiérrez, por el contrario, afirmó que el proceso es “posible y factible”. Explicó que el presidente Arce, acogido en sus atribuciones, deberá enviar su propuesta a la Asamblea para que el parlamento lo considere.

Posteriormente, pasará al TCP para que se haga la revisión constitucional correspondiente y, finalmente, se remitirá al TSE para que ese órgano planifique el posible referéndum. “Si hay condiciones, es un tema de Estado que nosotros (los asambleístas) tendríamos que atender”.

Adelantó que la remisión de la propuesta dependerá de las preguntas específicas que se planteen. “Se debe construir y presentar. Ya veremos cómo se van a proyectar las preguntas” sobre los tres temas.

En su criterio, los escaños y la reelección presidencial son tópicos que deben ser consultados a la población. “Por ahora, en nuestro país, nadie puede gobernar por más de dos mandatos”.

Las elecciones judiciales todavía no tienen fecha establecida; sin embargo, se deben desarrollar sí o sí este 2024 para que las elecciones generales se lleven adelante en la fecha prevista el siguiente año, a mediados de agosto.