Medio: El Diario
Fecha de la publicación: sábado 03 de agosto de 2024
Categoría: Legislación electoral
Subcategoría: Leyes nacionales y decretos reglamentarios
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En el último tiempo, la ALP se caracterizó por las constantes agresiones
mutuas entre legisladores, dejando de lado el consenso, el diálogo,
situación que pone en riesgo la democracia.
Reprochando el accionar de legisladores de las alas “evista” y “arcista”
en el Movimiento al Socialismo (MAS), quienes esta semana se
enfrascaron en gritos e insultos durante una sesión de Asamblea
Legislativa Plurinacional (ALP), convocada para considerar las listas de
candidatos postulantes a altos cargos judiciales, el diputado por
Creemos, José Carlos Gutiérrez, afirmó que estas trifulcas son el
reflejo del supuesto socialismo que pregona el partido oficialista.
“La pelea entre masistas refleja la realidad del país. Todos estos años
de socialismo y saqueo sólo fue para destruir Bolivia y la democracia, y
aquí está el espejo de esa realidad”, manifestó Gutiérrez, lamentando
que el mes de la patria inicie con este tipo de bochornos y a días de
conmemorar un nuevo 6 de agosto, 199 años de la fundación de Bolivia.
El jueves, al inicio de sesión, un numeroso grupo de legisladores, de
ambas facciones del oficialismo, se agruparon en la testera, a gritos y
empujones unos protegían al presidente nato de la Asamblea Legislativa,
David Choquehuanca, y otros impedían el desarrollo la sesión. Frente a
ese escenario, Choquehuanca optó por declarar un cuarto intermedio de
una hora en sala, posteriormente la sesión fue diferida para el viernes.
Esta semana, el diputado Leonardo Ayala, de Creemos, ya había
cuestionado que posiciones radicales impidan a miembros de la ALP poder
avanzar en el tratamiento de temas urgentes para los intereses del país,
por lo que planteó la posibilidad de conformar un “bloque político
nacional”, despojado de ideologías, y en el que se priorice el
tratamiento de una “agenda país”.
Ayala también apuntó la urgente necesidad de poder trabajar únicamente
en las necesidades e intereses del país, mediante un bloque político
apartado de toda posición ideológica radical que, en el último tiempo
solo ha perjudicado el avance en el tratamiento de normativas
importantes.
En los últimos meses, en la Asamblea Legislativa se presentaron al menos
cuatro incidentes de violencia, donde legisladoras y legisladores se
agredieron mutuamente a puñetes, empujones, patadas, escupitajos y
otros, dejando de lado el consenso, el diálogo, situación que pone en
riesgo la democracia, según alertaron analistas.