Medio: La Razón
Fecha de la publicación: viernes 19 de julio de 2024
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Acciones contra la democracia
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Nuevamente, el expresidente y jefe nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, ratificó ante la comunidad internacional que los sucesos del 26 de junio, cuando un grupo de militares liderado por el entonces comandante Juan José Zúñiga intentó tomar el poder, se fueron un ‘autogolpe’ orquestado por el propio Gobierno.
Este viernes, El País, de Madrid, España, compartió una entrevista que sostuvo con el exmandatario, en la que tratan temas de la coyuntura boliviana y la tan mediática intentona militar golpista.
“¿Qué clase de golpe es este? Minutos después, los golpistas ya estaban hablando con los golpeados. Y el ministro de Gobierno (Eduardo del Castillo) hablaba entre risas con el general. Si hay golpe, hay furia; no hay risas. Parece un show montado por ellos”, reiteró Morales al ser consultado por los hechos.
‘Autogolpe’
Aquel apuntado día, Zúñiga ingresó a inmediaciones de la plaza Murillo armado y dentro de una tanqueta, acompañado de una centena de militares. Denunció ante los medios que los militares se encontraban molestos; advirtió de una crisis económica y política. Expresó sus intenciones de formar un nuevo gabinete y de llamar a elecciones.
Posteriormente, cuando derribaron la puerta del Palacio Quemado con una tanqueta, se encaró con el presidente Luis Arce. Éste le exigió que dé la orden de repliegue, la cual Zúñiga rechazó; por lo que el mandatario lo destituyó y posesionó a un nuevo Alto Mando Militar.
Durante su aprehensión, Zúñiga afirmó a los medios que el propio Arce le pidió que movilice a “los blindados”, en una presunta medida para subir su popularidad. Posteriormente, en su traslado al penal de El Abra, en Cochabamba, sonriente y esperanzado, expresó que “algún día se conocerá la verdad”.
Las declaraciones de Zúñiga, el diálogo ‘tranquilo’ entre militares y autoridades, la falta de muertos, la presunta amistad entre general y presidente… Todo llevó a que la oposición denuncie que el hecho se trató de un autogolpe, postura que Morales, en un inicio, como reconoció, no aceptaba, pero luego comenzó a dudar de la veracidad de los sucesos.
El 11 de julio, Morales insistió ante la cadena CNN, que el presunto “intento fallido de golpe de Estado”, como lo calificó el Gobierno, fue “un show bien montado”.
Posteriormente, el 17 de julio, ante la BBC, Morales expresó nuevamente que lo que hubo en Bolivia fue un “autogolpe”.
En esa entrevista, el exmandatario sostuvo que el apoyo de la comunidad internacional al gobierno de Arce fue una “cuestión diplomática”; sin embargo, manifestó que pronto se conocería la verdad.
Los otrora aliados de Morales en la región, como Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, Luiz Inácio da Silva, presidente de Brasil, apoyaron y festejaron la “defensa a la democracia”. También expresó su respaldo a Arce el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. En tanto, la tesis del “autogolpe” fue sostenida por la oposición interna y por el gobierno del ultraderechista Javier Milei, de Argentina.
Inhabilitación
Ante ello, surgió dentro del oficialismo la acusación de que Morales se había ‘derechizado’. Ahora, el exmandatario insistió a El País que el gobierno de Arce es la verdadera derecha y que ya no tiene relación con el MAS.
“El único plan que tiene es cómo eliminar la candidatura de Evo o quitarnos la sigla del MAS”, fustigó.
Morales denunció que detrás del “autogolpe” se oculta el verdadero objetivo del Gobierno: lograr su inhabilitación como candidato. De acuerdo al expresidente, la propuesta de eliminar las elecciones primarias, que ahora está a la espera de aprobación en la Asamblea, tiene como fin último presentar a Arce como candidato presidencial del MAS en 2025.
Advirtió que, si esto sucediese, se avecina una batalla legal en defensa de la sigla del MAS, debido a la existencia de un Órgano Electoral “subordinado” al Ejecutivo.