Medio: El Deber
Fecha de la publicación: jueves 16 de agosto de 2018
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Consultas megaproyectos
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El Informe Anual de Monitoreo de Coca, de la Oficina de Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés), revela que el Polígono 7, la zona colonizada del parque Isiboro Sécure, registró 1.109 hectáreas en 2017, 709 más de las 400 hectáreas que señaló el viceministro Felipe Cáceres el martes. Asimismo, según el reporte oficial, en lo que corresponde al territorio de titulación indígena del Tipnis, la superficie de coca aumentó de 30 hectáreas a 33, es decir, un 10%.
“En esta área del Polígono 7, evidentemente, han sido beneficiados con el cato de coca. En todo este sector estamos hablando entre unas 370 y 400 hectáreas, no más, porque las seis federaciones no deben superar más de 7.700 hectáreas”, había dicho Cáceres. Lo que también es cierto es que los cultivos se redujeron 124 hectáreas en lo que corresponde al área protegida del Isiboro Sécure.
Los datos demuestran que el Gobierno no cumplió con una meta que se había trazado. En enero de 2017, el Comando Estratégico Operacional (CEO) se propuso superar la erradicación del año anterior y lograr la meta de ‘coca cero’ en los parques nacionales y reservas forestales, según anunció entonces el viceministro Cáceres.
Y de esto es consciente el presidente Evo Morales. Durante un acto público esta semana, como respuesta a los bloqueos viales que demandaban más plantaciones de coca en al trópico, él se adelantó y alertó: “Aunque se enojen, aunque me cuestionen, no vamos a permitir nuevos cultivos de coca en los parques, en el parque Carrasco, en el Isiboro Sécure o en el Amboró, no lo vamos a permitir. Van a tener problemas conmigo”.
Precisamente, el parque Carrasco (Cochabamba) incrementó de 95 hectáreas, hace dos años, a 117 el año pasado; mientras que el Amboró (Santa Cruz) registró un incremento de 23 a 28 hectáreas durante el mismo periodo.
Estos datos se corresponden con las conclusiones generales de la Unodc: hubo un alza del 6%. El monitoreo de 2017 demuestra que la superficie de sembradíos en Bolivia subió de 23.100 hectáreas en 2016 a 24.500 en 2017. Lo que hace unas 1.400 hectáreas de diferencia.
El Polígono 7 no es TCO
Bolivia tiene 22 áreas protegidas que abarcan el 16% del territorio nacional. De estas, se han identificado seis afectadas por la coca en 2017: Isiboro Sécure y Carrasco en el trópico de Cochabamba; Apolobamba y Madidi en el norte de La Paz; Cotapata en Yungas de La Paz; y Amboró en la provincia Ichilo del departamento de Santa Cruz.
En estos seis parques hay un total de 253 hectáreas de coca, sin cambios respecto a 2016. La Unodc resaltó que los parques Isiboro Sécure y Carrasco tienen un doble estatus legal. Por una parte, son áreas protegidas bajo tuición del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) y, por otra, fueron saneadas por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
En el caso del parque Isiboro Sécure, el INRA llevó a cabo el saneamiento en la zona denominada Polígono 7. Mientras que en Carrasco estableció la llamada línea roja, para evitar los asentamientos.
El Polígono 7 cobró notoriedad en los últimos días por un incidente: una comisión del Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza pretendía corroborar la construcción de tres puentes en esa zona (que comienza en Isinuta, al sur, y termina en Ichoa, dentro de la provincia Chapare) adjudicada a una empresa privada, afectando así el Territorio Indígena Parque Isiboro Sécure (Tipnis). A los colonizadores del Polígono 7 se les ocurrió algo mejor que bloquear y retener a los ambientalistas por más de cinco horas.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, interpretó que esa comisión pretendía ingresar al territorio indígena y no a la “zona cocalera” que está en el Polígono 7. Dijo que si hubieran ido a inspeccionar cultivos de coca tendrían que haberlo informado. El abogado ambientalista Leonardo Tamburini explicó que lo único indígena que queda allá son las comunidades indígenas que quedaron atrapadas.
Cáceres admitió el martes que en el Polígono 7 se hallaron pozas de maceración de pasta base de cocaína cerca de las comunidades de Aroma, Ichoa y Nueva Tacopaya, y aseveró que se hallaron laboratorios de purificación de esta droga en otras comunidades aledañas. Tras la presentación del informe de la Unodc, Romero manifestó que no tenía un reporte sobre droga en la zona.
En el reporte de la Unodc, los cultivos que se encuentran en el Polígono 7 fueron cuantificados dentro de la superficie cultivable como parte del trópico de Cochabamba y de acuerdo con la nueva Ley de la Coca. Mientras que los del territorio indígena del Tipnis fueron desglosados en otros cuadros como algo diferente.
“El Polígono 7 del Isiboro Sécure ocupa una superficie equivalente al 9% del total del área protegida del parque, donde el cultivo de coca disminuyó en 124 hectáreas entre el 2016 y 2017, de 1.233 hectáreas a 1.109, lo que equivale a una reducción del 10%”, explicó el representante de la Unodc en Bolivia, Thierry Rostan.
El informe de la oficina dependiente de la ONU confirma que a pesar de que se redujeron los cultivos en 10%, el Polígono 7 es el área colonizada que tiene mayor cantidad de coca. De hecho, unas 700 hectáreas más de las que el viceministro Felipe Cáceres, zar antidrogas boliviano, había calculado en su alocución ante los medios de comunicación.
El Polígono 7 y el territorio indígena tenían 1.263 hectáreas el 2016 y ahora 1.142. El parque Carrasco y la Línea Roja, 737 hectáreas el 2016 y ahora 730.
El analista Roberto Laserna comentó que la política de control de la coca se basa en un intercambio político entre el Gobierno y los agricultores, por el cual transfiere el control de los territorios a los sindicatos, y estos garantizan respaldo político y social de la gente de la zona. “El presidente es garante y beneficiario por su doble condición de gobernante y dirigente. El modelo es muy frágil y resalta también el debilitamiento de la institucionalidad estatal”.
Por su parte, el gobernador de La Paz, Félix Patzi, consideró que el Gobierno tiene un trato diferenciado con los de los Yungas paceños y con los de Chapare en las tareas de erradicación de coca excedentaria, dando privilegios a los del trópico de Cochabamba.