Medio: El Diario
Fecha de la publicación: jueves 23 de agosto de 2018
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Consultas en materia minera
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Cooperativas bolivianas entregan al margen de la ley sus cuadrículas mineras a capitales extranjeros a cambio del 20 o 30% de las ganancias
Gigantes dragas chinas o “dragones” y otras máquinas colombianas explotan el oro de forma ilegal y sin ningún beneficio para la población. GALERÍA(2) |
ANF.- El sonido de la corriente de los ríos Kaka y Beni quedó silenciado por los motores de las gigantes dragas chinas o “dragones” y otros planchones colombianos, que han llenado las orillas de alfombras de piedras a modo de “reposición del suelo” en áreas en las cuales, hace apenas dos años aún se producía maní, frondosos platanales y surgían cítricos de varias especies en fértiles riberas de la Amazonia.
Los “dragones” llevan banderas bolivianas y hasta permisos de la Autoridad Jurisdiccional de Administración Minera (AJAM), pero son imponentes dragas de fierro operadas por personal de empresas chinas, que emplean miles de litros de diésel subvencionado. Llegaron al país con fuertes capitales y dispuestos a explotar los recursos naturales no renovables. Para esto se asociaron con cooperativas locales que les entregaron sus extensas concesiones de terreno o cuadrículas (25 hectáreas) a cambio del 20% ó 30% de los recursos que obtengan por la explotan.
En una travesía desde Caranavi, pasando por los municipios de Teoponte y Guanay hasta llegar a Rurrenabaque por el río Beni, con una parada en la comunidad de Mayaya, ANF pudo evidenciar la presencia de imponentes máquinas de hasta más de tres pisos de altura y 200 metros de largo que son operadas por personal chino y en menor cantidad, colombiano, que extraen con intensidad el oro desde el fondo del río.
“Lo peor es eso, que hay permisos desde arriba, hemos llegado hasta al Ministerio de Gobierno, al Ministerio de Minería, a muchas instancias y hemos chocado contra la pared (…), me he sentido muy agredida. Nosotros somos un pueblo tranquilo, pacífico, pero también merecemos consulta”, dice la alcaldesa interina del municipio de Teoponte, Patricia Calderón.
Ante la impotencia de saber que los extranjeros cuentan con el aval del Gobierno para explotar oro en Teoponte, un municipio minero de tradición, la autoridad local señala que desde el Concejo Municipal se aprobó una ley para reglamentar la convivencia de los foráneos en su territorio, pero sobre todo pensada en los ciudadanos chinos, para prohibirles relacionarse o hablar con las menores de edad, beber en lugares públicos o involucrarse en riñas y peleas. “Deben firmar un acuerdo de buena conducta”, dice.
Sin embargo no hay antecedentes puntuales sobre conflicto con los extranjeros, a excepción del caso un colombiano que enamoraba con una menor de edad con el permiso de la madre. Este hecho fue denunciado por los pobladores y el caso está en la Fiscalía.
Para el concejal Edwin Peñaranda del área de Tierra y Territorio del municipio de Teoponte, el asunto es mucho más grave que la convivencia pacífica con los extranjeros. Considera que no sólo hay omisión, sino una clara complicidad de las autoridades vinculadas a la minería y de los propios cooperativistas por permitir el saqueo flagrante del oro.
Menciona que en una inspección municipal realizada el 9 de agosto del año pasado, desde la comunidad de Mayaya sobre el río Kaka hasta llegar al pueblo de Teoponte, se pudo evidenciar la presencia de siete dragas con los denominativos: Dragón 1, Dragón 2. “Ya hay muchos dragones, y ahora vemos aquí en el sector de Guanay que también hay chinos en el río Challana está lleno de colombianos, es una pena para los teoponteños y por qué no decir, para los bolivianos”, dice.
ANF cuantificó aproximadamente diez dragas, ocho chinas y dos colombianas, desde la partida de Teoponte, pasando por Guanay, Mayaya, Yiquimuni y Puerto Pando, además de dos a tres máquinas en preparación de ser ensambladas, como si se tratara de juguetes mecánicos, pero en proporciones descomunales en tamaño y peso y con un costo que va de medio millón a más de 1 millón de dólares.
Peñaranda respalda lo dicho con documentos que saca de su escritorio y muestra el loteamiento de cuadrículas en las orillas de los ríos que conectan con la Amazonía dispuesto por la AJAM.
En una carta firmada el 11 de julio de 2017, el director de la AJAM, Erik Ariñez, en respuesta a la solicitud de informe del Ministerio de Minería, señala: “la AJAM no suscribió ningún contrato administrativo minero con empresas de nacionalidad china”, lo cual deja entrever que la presencia china se debe a sus alianzas directas con las cooperativas.
Sin embargo, en el mismo detalle de la AJAM, sobre las autorizaciones transitorias especiales por cuadrículas, antes conocidas como “concesiones”, a favor de Jin Kang figura como actor productivo minero de las áreas Amalia y Oriente II sobre 19 cuadrículas. Cada cuadrícula mide 25 hectáreas de superficie.
Según datos de Fundempresa, Jin Kang es una sociedad de responsabilidad limitada con sede en Cochabamba, especializada en prospección, exploración, explotación, concentración, fundición, comercialización, exportación de minerales y metales e importación de maquinaria. Cuenta con la matrícula de comercio 00178407.
El informe de la AJAM muestra la situación en que se encuentran los permisos en Teoponte para la explotación de oro. Se emitieron cuatro autorizaciones transitorias especiales por pertenencias (ex concesiones), 29 autorizaciones transitorias especiales por cuadrícula, 52 contratos mineros que datan de antes de la Ley 535, 13 áreas mineras en trámite, un área en trámite administrativo en aplicación a la ley 403 y cuatro áreas reservadas para el Estado.
Los documentos cantan; y a este informe oficial se suma la circular 0002/2018 del 5 de abril de 2018 de la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas del Norte de La Paz (Fecoman) dirigida a sus afiliados, en la que detalla que 327 cooperativas auríferas que operan en el departamento no presentaron su documentación ante la AJAM para su control y fiscalización, mientras que otras 142 presentaron de manera parcial, pero aun así operan.