Medio: La Razón
Fecha de la publicación: jueves 11 de julio de 2024
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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El distanciamiento entre el presidente Luis Arce y el jefe nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, continúa acrecentándose. De acuerdo con el expresidente, las diferencias entre ambos son orgánicas, éticas, ideológicas y programáticas. Pese a ello, afirma no tener ningún problema para hablar con el mandatario.
“Con Lucho tenemos diferencias de carácter ideológico, programático, ético y, finalmente, orgánico. En este momento, Lucho es una suma que resta. Yo estoy muy contento por haber tomado la decisión oportuna: el primer domingo de septiembre de 2022 decidí defenderme públicamente frente a tanto ataque. Dije: ‘Lucho ya no está implementando políticas del MAS-IPSP’”, develó Morales este jueves en conferencia de prensa.
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División
Pese a haber impuesto la candidatura de Arce, quien fue su ministro de Economía por más de 10 años, para las elecciones de 2020, por encima del binomio David Choquehuanca-Andrónico Rodríguez, Morales se fue distanciando de él con el pasar de los años.
La fragmentación en el seno del MAS, que como consecuencia tiene la clasificación ‘evistas’ y ‘arcistas’, comenzó con las diferencias con Arce, quien apostó por una renovación dentro del MAS que fue criticada por el sector más fiel a Morales.
El expresidente afirmó este jueves que Arce y Choquehuanca, su vicepresidente, se encuentran “hundidos”, y señaló las diferencias por las que, considera, fracasaron.
Diferencias
En la diferencia orgánica, Morales denunció que Arce no respeta a las organizaciones sociales. “Cuando Lucho va (a un congreso), va con sus funcionarios a querer tomar la dirección de esa confederación; y cuando no puede tomar, gasificación”, criticó.
Afirmó que él, a diferencia del Presidente, respeta la autonomía de cada confederación y es bien recibido.
En las diferencias éticas, Morales destacó que no aceptó que su hermana, “Esther Morales, Ayma sea primera dama de Bolivia”. En contraste, de acuerdo con sus investigaciones, dijo que los hijos de Arce ocupan puestos en algunas empresas estatales, como la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
En lo ideológico, según Morales, Arce afirmó que “no hay que tener miedo al pluralismo de ideas”, en una clara inclinación a la derecha. “Cuando militamos un partido, tenemos principios; no se puede decir siendo del MAS-IPSP ‘no tengan miedo a la derecha’ (…). Es su derecho de todos, pero si es de izquierda es de izquierda, si es del pueblo, es del pueblo, no puede ser al mismo tiempo de la derecha”, fustigó.
Programático
Finalmente, en lo programático, Morales considera que la manera de operar la política de Estado de Arce, difiere de los principios del MAS.
“Llega al gobierno y Lucho elimina cuatro ministerios, qué coincidencia con Milei (Javier, presidente de Argentina). ¿Qué ministerios elimina? Deportes, Comunicación, puedo entender. Pero Energía, Culturas… Por favor, hermanos”, cuestionó.
De acuerdo con Morales, esa medida tiene el objetivo de reducir al Estado, volverlo un “Estado mínimo”, lo que se aleja del modelo que plantea el MAS. En su criterio, lo que pretende Arce es que las inversiones solo provengan de empresas transnacionales; el Estado se convierte en un observador. Con el fin de lograr “una política de contracción económica”, que, afirma, no favorece ni al rico ni al pobre.
“No tengo ningún problema de hablar con Lucho; es una suma que resta al MAS, hemos salvado al MAS, será militante, pero no es gobierno del MAS-IPSP”, recalcó Morales.
Nuevamente, retó a Arce a someterse a elecciones primarias para definir al candidato oficialista en las elecciones de 2025. Sin embargo, el Órgano Ejecutivo apuesta a la eliminación de primarias, en criterio de Morales, se buscará forzar la candidatura de Arce. El miércoles, el encuentro multipartidario propiciado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), acordó la suspensión de las elecciones primarias debido a la premura de las judiciales. Morales no firmó el acuerdo, precisamente, por discrepancias con la decisión.