“Hermano presidente, Luis Arce Catacora, reiterarle mi compromiso con la Constitución Política del Estado (CPE), con el pueblo, con la patria, con el Gobierno legalmente constituido. Tenga la plena seguridad que vamos a neutralizar todo intento de desestabilización a la patria y a la democracia”, aseveró en tono tajante el general Juan José Zúñiga, el 12 de diciembre de 2022, cuando ostentaba el cargo de comandante del Ejército.

Se trataba de una amenaza que el militar lanzó contra políticos de Santa Cruz contrarios al régimen del MAS, a los que calificó de “pequeñas logias oligárquicas”. El discurso, criticado y catalogado por los opositores como una deliberación política, facultad que está prohibida para los militares, en esa ocasión fue aplaudido por el presidente Arce y el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, presentes entre los invitados de honor, en un acto de aniversario, en el Colegio Militar en la zona de Irpavi.

18 meses y 15 días después, en el pasillo de ingreso a Palacio Quemado, en plaza Murillo, Arce cambió radicalmente de opinión y protestaba contra las acciones de Zúñiga, quien tomó la determinación de tomar con tanquetas el antiguo Palacio de Gobierno. “Las Fuerzas Armadas están molestas”, le aseguró Zúñiga, quien se le plantó en frente y le encaró que “siempre” le había informado sobre esa molestia.

Tenga la plena seguridad que vamos a neutralizar todo intento de desestabilización a la patria.

Orden del Presidente

Lo sucedido a continuación ya es conocido. Zúñiga y los comandantes de la Armada y la Fuerza Aérea se negaron a obedecer la orden del Presidente, quien les exigió replegar a la Policía Militar. Luego, en puertas del Gran Cuartel del Estado Mayor del Ejército, a las 19.03, Zúñiga fue arrestado por otro general, pero de la Policía y del servicio pasivo, el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera.

En ese momento, el ahora excomandante del Ejército aseguró que la movilización de tanquetas y de militares fue un “autogolpe “de Estado, instruido por el mismo presidente Luis Arce.

“¿Usted sacó las tanquetas por orden del presidente Luis Arce?”, preguntó Visión 360 a Zúñiga; este respondió afirmativamente: “(Por orden) del Presidente, del Presidente”, reiteró.

Zúñiga hizo la aseveración mientras era llevado a empujones por los policías dirigidos por  el viceministro Aguilera, quien se presentó en el cuartel del Estado Mayor, en la zona Miraflores de la ciudad de La Paz, para aprehenderlo. En medio del apremio se le volvió a preguntar: “¿Fue un autogolpe, general?”. Antes de ser subido a la patrulla policial, el militar respondió nuevamente con firmeza: “Sí, sí... montado”, aseguró.

Segundos antes, Zúñiga afirmó que el domingo, en una reunión que tuvieron en el colegio La Salle, el presidente Arce le autorizó sacar las tanquetas como parte de una estrategia para subir su popularidad.

El excomandante del Ejército detalló que entre el día lunes y martes se movilizó a los blindados y tanquetas, con la aprobación del Capitán General de las Fuerzas Armadas.

Favorecido por Arce

Un informe dirigido al comandante del Ejército, Fernando Zeballos, en 2013, reveló que Zúñiga ese año fue responsable del Regimiento 23 Max Toledo, en Viacha, donde recibió 2.780.465 bolivianos de manera ilegal. Según el documento, el dinero provenía del robo sistemático a los fondos destinados al pago de los bonos Juancito Pinto y la Renta Dignidad.

Pese a que recibió una sanción, equivalente a una condena ejecutoriada, el 11 de febrero de 2023, el presidente Arce lo ascendió al grado de general, en un acto que, según militares del servicio activo “quebrantó la jerarquía militar en las FFAA”. Los uniformados cuestionaron el ascenso debido a que, además, el oficial, en el orden de méritos, ocupaba el puesto número 48 de su promoción, de los 65 que la componen.

Esa y otras denuncias llegaron con respaldos documentales a la Asamblea Legislativa y fueron de conocimiento del ministro Novillo, quien no atendió los requerimientos de la prensa por esas sindicaciones. Con todo, no afectaron la postura asumida por el Gobierno, que lo favoreció con el ascenso por encima de otros 47 oficiales que tenían mejor formación militar para ocupar el cargo de comandante.

Sin embargo, ahora en la cárcel, Zúñiga es imputado por alzamiento armado contra la seguridad del Estado y por terrorismo. El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, lo presentó junto a otros 16 detenidos, todos enmanillados, ante la prensa. Lo señaló por dirigir una organización criminal para perpetrar una “aventura golpista” y dijo que no saldría de la cárcel.

El 11 de diciembre de 2022, un día antes de aquel encendido discurso contra los enemigos políticos del Gobierno, Arce y Zúñiga disputaron una final de básquetbol en el Colegio Militar, donde también hubo presencia de personal militar de Venezuela. Fue uno de los varios actos que fortalecieron una amistad de años que se inició en las canchas y terminó el miércoles 26 de junio.