Medio: VISION 360
Fecha de la publicación: viernes 28 de junio de 2024
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Acciones contra la democracia
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Graciela A., esposa del excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, rompió el silencio y se dirigió al presidente Luis Arce, a quien pidió piedad para las esposas e hijos de los militares detenidos por la revuelta armada del día miércoles. Denunció que reciben llamadas de amedrentamiento y que incluso uno de los hijos del general fue amenazado de muerte.
“Que el señor Presidente tenga piedad por todas las esposas y por todos los niños. Que, si él tiene que juzgar a todos los militares, que los juzgue, pero como presidente, que dé la libertad de vivir tranquilas a las esposas y a los hijos. La vida de nosotras ya está arruinada, nosotras tendremos que ir a visitarlos (a la cárcel), porque tenemos que ir, es el rol de la mujer”, afirmó la esposa del general, en contacto con Visión 360.
Denunció que los familiares han recibido llamadas telefónicas anónimas, en las que les advierten que conocen los detalles de su vida familia, la cantidad de hijos que tienen y otra serie de afirmaciones, con el fin de amedrentarlos. Graciela A. explicó que ella es madre de un niño, pero que el excomandante tiene hijos mayores, uno de ellos, también militar.
Graciela A. esposa del excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, en actos oficiales en la institución militar. Foto: Ejército
“Antes de ayer, el hijo (mayor) de mi esposo ha recibido una amenaza, que lo van a matar. Sin embargo, él no tiene nada que ver, primero deberían investigar, por qué tienen que ir directamente a amenazar (…) es una vergüenza que se metan con los hijos, que son el pilar fundamental de la familia”, cuestionó la pareja del excomandante del Ejército.
Graciela A. pidió que no le pregunten sobre la movilización militar, la que su esposo calificó de “un autogolpe”. Aseguró que ella es una "ama de casa", enfocada en la crianza de su hijo y que ahora tiene a su cargo a la madre del general, de 85 años, quien fue operada recientemente. Manifestó que las esposas de los militares tienen roles marcados, y están alejadas de los detalles de operativos o instrucciones superiores.
El Gobierno procesa a Zúñiga a otras 20 personas por la revuelta militar que se dio el miércoles por la tarde, cuando con tanquetas se intentó tomar el antiguo Palacio Quemado. Ese día, el comandante del Ejército y Arce se encararon, mientras el uniformado, con respaldo de los comandantes de la Armada y la Fuerza Aérea Boliviana le expresaron que existía molestia en sus filas, el Mandatario les ordenó replegar todo el contingente movilizado.
A las 19.03, Zúñiga fue arrestado en puertas del cuartel de Miraflores, pero antes, aseguró que sacó las tanquetas con la autorización que le había dado el presidente Arce, el domingo. Este jueves, ante el fiscal del caso, el genera ratificó esta versión, dijo que la instrucción se dio luego de sostener un partido de básquet y el movimiento de los blindados se dio con conocimiento del presidente Arce, el ministro de Novillo y el actual comandante del Ejército, Wilson Sánchez.
Larga amistad
La esposa del general Zúñiga, confirmó que el presidente Arce y su esposo tienen una amistad de varios años. En efecto, la misma se ve reflejada en decenas de fotos y videos publicados en redes sociales del propio Mandatario, el Colegio Militar, el Ejército, e incluso en cuentas personales de ministros y allegados de Arce, los cuales celebraban los partidos de básquet que se disputaba entre los equipos de ambos.
En las imágenes de Facebook, X e Instagram se registró al menos cinco ocasiones en las que Arce y Zúñiga, con uniformes deportivos, levantan trofeos. Entre las fotos que confirman la relación de cercanía con todo el ejecutivo, también se observa al ministro Novillo, condecorando a la esposa de Zúñiga.
El presidente Luis Arce es marcado por el general Juan José Zúñiga, en un partido de básquet. Foto: Ejército
Además, entre los videos de los actos de premiación, en los que, incluso participan personal militar venezolano, Zúñiga y Arce aparecen compartiendo con mucho entusiasmo. Todo eso, al margen de las decenas de actos de oficiales, en las que el militar entregó algún tipo de regalo o reconocimiento al presidente Arce.
Se queda al lado de Zúñiga
Graciela A. aseguró que pese todas las amenazas y el proceso penal por terrorismo y alzamiento armado contra la seguridad del Estado, ella se mantendrá al lado de su esposo, a quien ella fue a visitar y dejó alimentos en celdas policiales.
“Es mi rol de esposa, tengo estar en los buenos y malos momentos al lado de mi esposo, para fortalecer su alma, no sé qué pasó (en la revuelta militar del miércoles), y si mi esposo entra a la cárcel, tengo que estar yo para llevar un desayuno, un almuerzo, por qué me quieren coartar esos derechos, los únicos que pueden juzgar en esta vida, son la creación divina y Dios”, aseveró la pareja del militar.
Manifestó que, debido a este caso, sus amistades y autoridades militares ya la aislaron. Teme que la dejen sin recursos económicos o sin acceso a la atención medica del seguro militar, que su esposo pagó con el salario.
Esposa de Peña y Lillo
Asimismo, se conoce la denuncia realizada ayer, por Khaterine de Peña, esposa del general en servicio pasivo, Tomás Peña y Lillo, quien denunció que su domicilio fue intervenido por la Policía, cuyo paradero ella asegura desconocer.
En un video publicado en Facebook, la pareja del militar en retiro relató que, poco después de la medianoche de ayer, cuatro policías llegaron a su domicilio solicitando permiso para entrar y realizar una inspección en busca del general Peña y Lillo. “De manera respetuosa, pidieron ingresar y me solicitaron firmar un acta. Revisaron toda la casa, pero les dije que no sé dónde está mi esposo”, explicó.
“Hasta este momento, desconozco el paradero de mi esposo, toda mi familia se encuentra completamente preocupada”, añadió. “Yo no sé dónde está”, remarcó, a tiempo de denunciar que ella y su familia son víctimas de amedrentamiento, pues fuera de su vivienda permanece una patrulla con efectivos.