Medio: Opinión
Fecha de la publicación: miércoles 22 de agosto de 2018
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Consultas megaproyectos
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Un conocido adagio dice que “el nadie tiene,
nada teme”. En ese sentido, no hay razón para impedir el ingreso a ese
territorio, que es parte de Bolivia.
No es una tierra independiente, para la que haya que pedir permiso y
mucho menos retener a nadie, como sucedió el pasado fin de semana cuando
miembros de una comisión internacional fueron retenidos por más de
cinco horas en el puente de Isinuta.
Es insólito que un
dirigente como Jacinto Noza del Conisur justifique dicha retención y
asegure que la comisión “no hizo las cosas de forma adecuada para que
ingrese al sector... que vayan por la vía legal”.
Así se trate de
una ONG, nadie puede retener en ningún sector del territorio del país.
La llegada de la comisión del Tribunal Internacional de los Derechos de
la Naturaleza era de conocimiento del mismo Gobierno y suponemos que por
ello no existieron problemas cuando comenzó su labor en Trinidadcito,
donde inicialmente se reunió con los indígenas.
Si las
autoridades sabían que los miembros de la comisión no pertenecían a un
organismo oficial, como manifestó el ministro de Gobierno, Carlos
Romero, lo lógico habría sido que se reúnan, conozcan los objetivos que
tenían para visitar el polémico Tipnis y ayuden a coordinar su
recorrido.
A decir del representante del grupo internacional, Alberto Acosta, ellos no pertenecen a ninguna ONG y no vinieron a Bolivia
para hacer turismo. “La idea es tener terminado el informe a fines de
septiembre y entregarlo al tribunal en su encuentro en Quito, Ecuador
(...). Pudimos constatar las dos diferentes formas de recepción, con
fiesta en un lado y siendo retenidos en otro", consideró Enrique Viale,
según una publicación del diario cruceño El Deber.
Lamentablemente,
la acción de los colonos que viven en el polémico Polígono 7 contra la
comisión ha generado mayor controversia y sospechas de diferente índole.
Si
no existe nada que esconder, como indican sus dirigentes, suponemos que
aceptarán la inspección que solicitará la asambleísta Lizeth
Veramendi, quien anunció que hará las gestiones de manera institucional y
no personal, para evitar correr riesgos como sucedió con la comisión
del Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza”.
“Los
asambleístas de oposición estamos presentando una nota para que en la
siguiente sesión se debata este tema nuevamente y vamos a insistir hasta
que se consiga una visita al Tipnis de forma institucional, porque la
verdad es que hoy día ya corremos riesgo si es que hacemos las
inspecciones de manera individual”, manifestó la asambleísta de
oposición.
Hay que recordar que no es la primera vez que los
colonos del Tipnis impiden el ingreso. En agosto de 2017, varios
periodistas, entre ellos de OPINIÓN, y legisladores de oposición fueron impedidos de ingresar al Tipnis.
En
esa oportunidad, los dirigentes del lugar indicaron que para ingresar
al Tipnis se debería contar con el permiso correspondiente. “Es
territorio indígena y parque nacional, es una TCO. Los que viven ahí son
pueblos y comunarios, por lo que cualquier ingreso que vean lo van a
prohibir, no es permitido. Hasta yo quiero entrar y me lo prohíben, por
eso hay que consultar a los dueños que somos nosotros: las tres
subcentrales”, dijo, en esa oportunidad, el cacique mayor de los colonos
del Consejo Indígena del Sur, Eladio Roca.
Ojalá la situación
cambie y los colonos permitan el ingreso para que se vea in situ qué es
lo que realmente hay o qué es lo que se está haciendo en el Tipnis