El lunes 8 de julio, se llevará a cabo la entrega del bastón de mando de la Dirección Nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS) al nuevo presidente, Grover García. Sin embargo, esta acción ha generado polémica y acusaciones de anticonstitucionalidad por parte de los seguidores del expresidente Evo Morales.

El pasado 5 de mayo, el bloque «arcista» del MAS realizó un congreso en El Alto, donde eligieron a su nueva directiva nacional liderada por García, quien sucede a Morales en el cargo. Posteriormente, el bloque «evista» del MAS también llevó a cabo su congreso nacional el 10 de junio en Villa Tunari, Cochabamba, donde ratificaron a Morales como presidente del partido político.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) decidió no registrar las resoluciones de ambos congresos, lo que ha generado tensiones entre los diferentes sectores del MAS. Los seguidores de García, conocidos como «arcistas», consideran que el TSE está negando el derecho de los militantes al no reconocer el congreso de El Alto.

Controversia constitucional y política

Por su parte, los seguidores de Morales, conocidos como «evistas», argumentan que la entrega del bastón de mando va en contra de la Constitución Política del Estado (CPE) y de los estatutos orgánicos del MAS. Sostienen que esta acción busca desprestigiar a Morales y distraer la atención de los problemas económicos del país.

El diputado Ramiro Venegas, afín a Morales, afirma que los «arcistas» buscan proscribir al MAS y evitar que Evo sea candidato presidencial debido al miedo que le tienen. Según Venegas, si Morales regresa al poder, se investigarán los casos de corrupción y se revelarán los supuestos vínculos con el narcotráfico y el abuso de poder por parte del gobierno actual.

Desafíos para el MAS

La entrega del bastón de mando del MAS a Grover García representa un momento crucial para el partido político. La división interna y las disputas legales han generado incertidumbre sobre el futuro de la organización y su liderazgo. Los desafíos políticos y constitucionales que enfrenta el MAS reflejan la complejidad del panorama político en Bolivia.