Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: domingo 07 de julio de 2024
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Acciones contra la democracia
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El presidente argentino, Javier Milei, presente en el foro CPAC, de políticos conservadores en Santa Catarina (sur), muy a su estilo le dijo basta al socialismo del siglo XXI y en su listado de críticas reparó en Bolivia.
Primero citó a Evo Morales, cuando criticó a los gobiernos socialistas que "están dispuestos a torcer las reglas e inclusive interrumpir el orden constitucional para atrincherarse en el palacio". Textualmente ejemplificó:
"Miren lo que pasó en Bolivia en 2019, cuando Evo Morales se obstinó con un tercer mandato inconstitucional".
Y luego pasó al gobierno actual, sin citar a Luis Arce expresó: "Miren lo que está pasando en Bolivia ahora mismo. Están dispuestos a montar un falso golpe de Estado con tal de sumar algún puntito que otro más en una elección".
Además, denunció este domingo la "persecución judicial" contra el ex mandatario brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022), en un discurso en el que se dedicó a denostar contra los gobiernos de izquierda en la región.
Abrió su discurso diciendo: "la casta y los socialistas tienen miedo", para luego agradecer a Bolsonaro por la invitación al evento.
Parte del discurso
Gritando a voz en cuello "Viva la libertad carajo", tres veces, reiteró eso que pregona a donde va, que el socialismo es insostenible e innecesariamente fracasa. "Los gobiernos que resisten en esa senda o terminan siendo rechazados por la sociedad o terminan violando la libertad y jugando con la vida de sus ciudadanos para preservarse en el poder".
"Una y otra vez la historia demuestra que los mismos que se llenan la boca hablando de la democracia, de pluralismo y de opresión son los que están dispuestos a torcer las reglas e inclusive interrumpir el orden constitucional para atrincherarse en el palacio cuando el pueblo reclama un cambio. Miren lo que pasó en Venezuela, que ya no queda un solo gobierno sensato del mundo que no reconozca que es una dictadura sanguinaria. Miren lo que pasó en Bolivia en 2019, cuando Evo Morales se obstinó con un tercer mandato inconstitucional".
Y prosiguió efusivo: "Miren la persecución judicial que sufre nuestro amigo Jair Bolsonaro aquí en Brasil. Y miren lo que está pasando en Bolivia ahora mismo. Están dispuestos a montar un falso golpe de Estado con tal de sumar algún puntito que otro más en una elección. Por eso, cuando digo que la Argentina es un caso intermedio, lo es únicamente en términos relativos, porque su punto de comparación es el horror humanitario que han sido otras dictaduras asesinas de la región, como Cuba, como Nicaragua, como Venezuela, de donde se escaparon siete millones de personas en la última década para no compartir el hambre con la que se quedaron".
En suelo brasileño
En su primera visita a Brasil, el ultraliberal Milei desairó al presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, con quien ha intercambiado agravios, y en cambio tuvo un encuentro con Bolsonaro y gobernadores de los estados de Santa Catarina, Jorginho Mello, y de Sao Paulo, Tarcisio Freitas, ambos de signo conservador.
Milei también dijo que algunos países cometen "aberraciones" contra la libertad de expresión y citó a Brasil. "Son cosas que parecen lejanas o abstractas, pero cada uno mira lo que lamentablemente empieza a ocurrir hoy aquí en Brasil y lo piensa dos veces", apuntó.
La CPAC reunió sábado y domingo a miles de simpatizantes bolsonaristas, como representantes del sector agropecuario o activistas antiaborto, que en momentos visitaban los kioskos donde vino y cerveza asociados a Bolsonaro eran vendidos.
El sábado, el exmandatario brasileño fue aclamado como la única opción de la derecha, a pesar de su inhabilitación para presentarse en los comicios presidenciales de 2026 y la pila de problemas judiciales que enfrenta.
"A pesar de los problemas (...) -tengo unos 300 procesos todavía-, no vamos a retroceder", dijo Bolsonaro ante un público eufórico.
La semana pasada, la Policía Federal recomendó imputar al ultraderechista por lavado de dinero y otros crímenes, en una investigación por el supuesto desvío de unas valiosas joyas de diamantes regaladas por Arabia Saudita.