El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, manifestó ayer que su despacho aún no sabe si hay “alfiles sueltos” que planifican tomar el poder por la fuerza y que no estará tranquilo hasta desbaratar a “toda esta organización criminal” que estuvo implicada en el supuesto golpe de Estado fallido del miércoles pasado. 

“No sabemos si hay algunos alfiles sueltos que tienen idealizada dentro de su cabeza una nueva intentona de la toma del poder mediante la fuerza. Por tanto, mientras no logremos desbaratar a toda esta organización criminal y delincuencial que quiere atentar en contra de la democracia, en contra de la vida del presidente, no podemos estar 100 por ciento tranquilos y tampoco ser irresponsables de decir que hemos vuelto 100 por ciento a la normalidad”, declaró Del Castillo en una entrevista con medios estatales ayer. 

El miércoles 26 de junio, decenas de militares equipados con armamento de disuasión tomaron la plaza Murillo, en el centro de La Paz, encabezados por el excomandante de Ejército Juan José Zúñiga. 

El propósito aparente era ejecutar un golpe de Estado contra la administración de Luis Arce, aunque evistas y opositores consideran que fue un “autogolpe”. El mismo no fue consumado cuando el Presidente nombró un nuevo Alto Mando Militar que ordenó el repliegue de las fuerzas movilizadas.

Del Castillo manifestó que “nadie entiende por qué Zúñiga no siguió el plan que se había diseñado”, ya que debía cesar de sus funciones a Arce y llamar a una conferencia de prensa para anunciar un nuevo gobierno y llamar a elecciones generales. 

En criterio del Ministro, Zúñiga, quien ahora está recluido en la cárcel de El Abra de Cochabamba, no contó con ciertos factores: la insubordinación de algunos oficiales (cuando habría ordenado disparar contra la gente) y la tardía llegada de militares.

Las investigaciones contra el alzamiento militar las encabeza el Ministerio Público. Zúñiga y otros dos exjefes militares fueron enviados a prisión.

Involucrados 

En dos últimas audiencias cautelares, siete vinculados con el intento de golpe de Estado fueron enviados con detención preventiva a la cárcel de Chonchocoro, y 11 fueron beneficiados con detención domiciliaria, entre ellos el excomandante militar Marcelo Zegarra, “quien más ha cooperado”, informó Del Castillo.

Con las últimas decisiones judiciales, llegan a 10 los encarcelados, entre ellos, el excomandante de Ejército.