Medio: La Razón
Fecha de la publicación: viernes 28 de junio de 2024
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Acciones contra la democracia
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A un día de lo que el Gobierno calificó como un “intento de golpe de Estado”, el presidente Luis Arce desmintió al excomandante Juan José Zúñiga, líder de la toma de la plaza Murillo, y aseguró, en respuesta a un intento de involucrarlo, que “no es un político que se va a ganar la popularidad con la sangre del pueblo”.
“Zúñiga arguye de que le habría instruido (sacar las tanquetas) para ganar un poquito de popularidad. Lamentablemente para él, y lo hemos demostrado en todo este tiempo, no soy un político que se va a ganar la popularidad con la sangre del pueblo. Todo lo contrario, nosotros hemos venido a reivindicar a ese pueblo boliviano que dio su sangre para recuperar la democracia”, afirmó el mandatario, en un repaso de lo ocurrido el miércoles.
La noche de esa jornada, Zúñiga fue detenido al salir del Estado Mayor en La Paz y allí afirmó que “el presidente (Arce) me dijo: ‘La situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica, entonces es necesario preparar algo para levantar mi popularidad’. Entonces le pregunto: ¿Sacamos los blindados? ‘Sacá’ (me responde). Entonces el domingo en la noche, los blindados empiezan a bajar (de El Alto)».
Arce desmintió al general y lo acusó de “alzarse contra el pueblo boliviano, atentando contra la democracia que ha costado sangre al pueblo boliviano”.
“Jamás le podría dar, ni le di ni le he dado una instrucción. Es más, cuando asumí nuestro Gobierno y me reuní con el primer Comandante en Jefe y primer Mando Militar, en mi gestión en 2020, les dije claramente a ellos que hay que sancionar a todos esos militares que participaron en el golpe de 2019 y que nosotros nunca vamos a autorizar que se alcen las armas en contra del pueblo. Y lo que hizo Zúñiga es alzarse contra el pueblo boliviano, atentando contra la democracia que ha costado sangre”.
Arce
Asimismo, indicó que las investigaciones esclarecerán lo ocurrido e identificarán a todos los involucrados.
Según el Presidente, Zúñiga se contradijo varias veces y cuando lo enfrentó al interior del Palacio Quemado, el miércoles, dijo ante los medios de comunicación que recibió la orden presidencial para movilizar a los blindados. También aseguró que Zúñiga pidió en el momento en que lo interpelaba, retribución por la “lealtad”.
“Él sabía que lo íbamos a destituir del comando en jefe del Ejército, él lanza ahí su amenaza de que las lealtades no se pueden pagar con deslealtades, como esperando que le perdonemos la falta hacia la Constitución Política de Estado, solamente porque se decía que era leal al Gobierno nacional”, reveló.
De acuerdo con el presidente, Zúñiga no esperaba ser “relevado” del cargo cuando se lo convocó el martes a una reunión con los ministros de Defensa, Edmundo Novillo, y de la Presidencia, María Nela Prada, para reclamarle y comunicarle su cambio por las declaraciones políticas que hizo, rompiendo las normas castrenses.
En respuesta a la decisión tomada, el excomandante del Ejército ordenó poner en marcha la “asonada golpista”, según Arce, y rompió toda comunicación desde la mañana del miércoles con sus superiores y las propias autoridades del Gobierno, quienes lo llamaban para saber el motivo del movimiento de tropas desde Challapata hasta La Paz.