El comandante del Ejército, general Juan José Zúñiga, y la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, han advertido, por separado, acciones que sugieren una conspiración de gran alcance liderada por el expresidente Evo Morales.

El general Zúñiga advirtió de la existencia de un plan para “paralizar el país” y llevar a cabo un “jaque mate” que resultaría en el colapso del poder político.

“Hay un plan para que el poder político se derrumbe, todo con el objetivo de apoderarse de los recursos naturales del país”, afirmó el comandante en una declaración al programa No mentirás, de la Red PAT, que ha sacudido el escenario político boliviano.

Estas revelaciones coinciden con las denuncias previas de la ministra Prada, quien acusó a Morales de buscar generar “un escenario de crisis estructural, económica, política, social e institucional”.

Indignante

Según Prada, el objetivo final sería no solo acortar el mandato del presidente Arce, sino también el de legisladores, gobernadores, alcaldes, asambleístas departamentales y concejales, además de “descabezar” los órganos Judicial y Electoral.

Zúñiga fue más allá al revelar intentos directos del expresidente por cooptarlo.

“Ha intentado conquistarme, llevarme a su línea”, afirmó, detallando dos ocasiones en las que emisarios de Morales le ofrecieron mejorar su imagen a cambio de alinearse con el expresidente, amenazándolo con difamación y cárcel si se negaba.

El comandante del Ejército describió al dirigente cocalero como “un mentiroso que se victimiza todo el tiempo” y lo acusó de ser “un verdadero mitómano” dispuesto a cualquier cosa para retornar al poder.

El jefe castrense rechazó enfáticamente las acusaciones de Morales sobre un supuesto plan para “bajar” (asesinar) al exmandatario, calificando tal lenguaje como propio “del hampa”.

La lealtad de las Fuerzas Armadas al gobierno de Luis Arce, constitucionalmente electo, fue reafirmada por el general Zúñiga.