Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: miércoles 22 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Juan Cori / Cambio
La convocatoria de políticos opositores para convulsionar el país es parte de un plan golpista que busca evitar la postulación del presidente Evo Morales e incluso la celebración de las elecciones generales en 2019, denunció ayer el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
“Buscan convulsionar, confrontar en las calles, permanentemente intentaron hacerlo, quieren generar víctimas para echarle la culpa al Gobierno, es una estrategia golpista, una estrategia conspirativa de otras características ante su temor de enfrentarse a la población en una consulta nacional, en unas elecciones”, afirmó Romero.
Sostuvo que “en el fondo ellos son muy temerosos de enfrentar en elecciones (al Jefe de Estado) y por eso no quisieran llegar a las urnas, quisieran desestabilizar al presidente Morales y evitar este proceso democrático, evitar que el Jefe de Estado vaya a una elección”.
Hace unos días y por separado, el empresario y exministro de Planeamiento Samuel Doria Medina, el expresidente Carlos Mesa y el exmandatario Jorge Tuto Quiroga convocaron a la movilización para impedir que Morales se postule en las elecciones generales de 2019 pese a que un fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) lo habilitó a él y a todas las autoridades nacionales para presentarse en futuros comicios.
“La polarización tiende a generar riesgo de violencia que no deseo en absoluto”, dijo Mesa, exvicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada.
En declaraciones a la radio estatal Patria Nueva, Romero indicó que hace “tiempo los sectores opositores buscan convulsionar (el país)” porque no pueden promover golpes institucionales como los que se realizaron en Brasil contra Dilma Rousseff (2016) y en Paraguay contra Fernando Lugo (2012).
Conspiración de violencia
El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Arturo Alessandri, señaló que los llamados de Doria Medina, Carlos Mesa y las expresiones del rector de la UMSA, Waldo Albarracín, de que existiría una persecución a grupos de opositores, “obedecen a una coordinación” que apunta a generar “una alarma pública y violencia”.
“Esas declaraciones incitan a la violencia. ‘Si no lo sacamos ahora —dice Doria Medina— no lo sacamos nunca’ ¿Qué le está proponiendo a la gente? ¿A qué está convocando a sus seguidores?”, preguntó el Ministro.
Por ello, concluyó: “Estamos frente a una conspiración de violencia por gente desesperada, ya que todos sus argumentos se les cae”.
En esa línea, citó la declaración del relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), José Francisco Eguiguren, quien afirmó que en Bolivia sí hay una democracia y no una dictadura como alegan algunos grupos de oposición.
“Yo, personalmente, creo que en este país no hay dictadura. En este país sí hay democracia”, afirmó Eguiguren.