El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, confirmó hoy que en el Polígono 7 del TIPNIS, a donde no se permitió el ingreso del Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza, hay plantaciones de coca, bajo el convenio del cato, y también pozas de maceración dedicadas a la actividad del narcotráfico.

Cáceres explicó que en el Polígono 7 los asentamientos datan de años atrás. Son mineros que fueron relocalizados con el Decreto 21060 del gobierno de Víctor Paz Estenssoro. Aseguró que su presencia está bajo acuerdo con los “verdaderos” dirigentes indígenas del TIPNIS, como Marcial Fabricano, y también el Gobierno y las federaciones del trópico de Cochabamba.

“Les abrieron los brazos los propios hermanos indígenas”, precisó y dijo que en el Polígono 7 rige el acuerdo del cato de coca por familia, como sucede en el trópico de Cochabamba.

“En esta área del Polígono 7 evidentemente han sido beneficiados con el cato de coca. En todo este sector estamos hablando entre unas 370 a 400 hectáreas, no más, porque las seis federaciones (del trópico) no deben superar más de 7.700 hectáreas, como lo establece la Ley General de la Coca”, precisó.

Cáceres también señaló que en el Polígono 7 evidentemente se encontraron pozas de maceración, que son usadas para la elaboración de cocaína, principalmente en las regiones de Ichoa, Aroma y Nueva Tacopaya.

Acotó que también se hallaron laboratorios dedicados al narcotráfico, pero éstos se ubicaban en las comunidades indígenas del TIPNIS y no en el Polígono 7.

El fin de semana, los miembros de la comisión del Tribunal de los Derechos de la Naturaleza trataron de ingresar al Polígono 7, pero los habitantes se lo impidieron con un bloqueo y cerco que duró casi seis horas. Los comisionados se preguntaron qué se oculta en esa región.