“Saben, hermanos y hermanas, seguramente la derecha intentará convulsionar y perjudicar, no a Evo, sino al pueblo boliviano. Convulsionar para perjudicar económicamente”, alertó Morales durante su discurso en el acto de inicio de perforación del pozo exploratorio Sipotindi XI, en el municipio de Macharetí, Chuquisaca.

A inicios de mes, Carlos Mesa, expresidente y vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada, uno de los principales responsables de la masacre de octubre de 2003, instó a “ganarle democráticamente en la calle al Gobierno obligándolo a aceptar que no puede ir a una candidatura”.

Morales refirió que la convocatoria tiene un carácter “netamente político” y no reivindicativo, a diferencia de las movilizaciones de las organizaciones sociales en la década de los 90.

“Nosotros también estuvimos en las calles, pero por la patria, no sólo por el poder político. Si estuvimos en las calles antes, en las marchas, en las movilizaciones, era para nacionalizar, para recuperar nuestros recursos naturales, para eso hemos estado en las calles”, recordó el Jefe de Estado.

No obstante a esos llamados, Morales afirmó que el “Proceso de Cambio felizmente tiene control territorial”, aunque alertó sobre la posibilidad de que esos grupos empleen las redes sociales para atacar con mentiras al Gobierno nacional.

El dirigente de la Central Obrera Departamental (COD) de Santa Cruz Rolando Borda secundó la preocupación del Jefe de Estado y afirmó que los sectores de la oposición “son especialistas” en generar actos de violencia, como los que se registraron en 2008 con el golpe cívico prefectural.

Sin embargo, Borda advirtió que, si se producen escenarios de agresión, “los trabajadores garantizarán el proceso de cambio”.

En tanto, el vicepresidente Álvaro García Linera indicó el domingo en el programa Esta casa no es hotel, de la red ATB, que los políticos de oposición —la mayoría exautoridades— son los que se oponen a una nueva candidatura del presidente Morales.

Dijo que esos políticos no quieren que Morales vuelva a postularse porque eso significará su jubilación política.

“Ellos no están ni siquiera en la banca de suplentes, están como espectadores”, dijo.