Según los datos oficiales del Tribunal Supremo Electoral, en los resultados oficiales de distintos procesos electorales realizados en Bolivia, la cantidad de personas inscritas es igual al padrón electoral de ese momento.

Los participantes y las abstenciones merecen otro análisis que no realizaré en este artículo. Mi interés consiste en la observación de los inscritos o habilitados para votar, dentro del periodo comprendido entre las elecciones generales del 2005 al año 2020, según el registro adjunto:

Se trata de 11 procesos electorales de los más variados, elecciones generales, revocatoria de mandato, subnacionales, referendo constitucional, elecciones judiciales.

Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas, la población estimada, proyectada y la tasa de crecimiento según años calendario, 2000-2050, permiten conocer que el año 2005 Bolivia tenía una población de 9,2 millones y el año 2020 11,7 millones de habitantes.

La tasa de crecimiento durante este periodo de 16 años habría sido del 26,73%; mientras que la tasa de crecimiento de las personas inscritas para votar, entre este mismo periodo alcanzaría al 99,74%, es decir, el padrón electoral prácticamente se ha duplicado. Debo aclarar que los datos del padrón electoral en cada uno de los procesos electorales corresponden a información oficial publicada por el TSE, la tasa de crecimiento corresponde a mis cálculos.

Dentro de la relación porcentual que detallo, las elecciones generales del año 2009 y 2014 fueron las que tuvieron un incremento notable, así, el año 2009 se acrecentó el padrón electoral en un 52,46% en relación a los inscritos para el acto revocatorio del año 2008; y el año 2014 se registró un incremento del 19,07% en relación a las elecciones judiciales del año 2011.

Si se descuenta el crecimiento poblacional respecto al crecimiento del padrón electoral, se llega a concluir que el padrón electoral tiene una falla o sobrerregistro de ciudadanos habilitados para votar de 73,01%, es decir, 1,9 millones de “personas”.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Oscar Hassenteufel, afirmó el 18 de marzo de 2024 que “no hay ninguna posibilidad de que haya un doble registro en el padrón electoral”.

También anunció que se llevaría a cabo una nueva auditoría a partir de abril, a cargo del Centro de Asesoría y Promoción Electoral (Capel), una secretaría ejecutiva de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore).

Entrando al mes de mayo, esperamos que el TSE ejecute esta auditoría y pueda explicar al país los alcances de la misma; la metodología utilizada; las herramientas digitales empleadas y la amplitud de los ajustes que se pueden realizar una vez concluido este trabajo.

Hacia el futuro, los datos del Censo de Población y Vivienda 2024 permitirán contar con un detalle de las poblaciones reales y cruzarlos con los ciudadanos habilitados o inscritos en cada departamento, municipio y localidad; en ese momento se sabrá la realidad estadística electoral. También será una oportunidad propicia para evaluar la calidad de la auditoria contratada por el TSE.