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Medio: El País
Fecha de la publicación: lunes 20 de agosto de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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El asambleísta Mauricio Lea Plaza se ha convertido en una especie de asambleísta incómodo para todos, producto seguramente de su amplia experiencia y de la claridad de sus posicionamientos en determinados temas. En plena forma y con proyectos renovados, visitó El País para dar su visión sobre el momento político actual, tanto nacional, donde apuesta claramente por Mesa para liderar un proyecto de recambio, como el departamental, donde apuesta por un proyecto de los “excluidos”, pero que en ningún caso puede ser “funcional al MAS”.
El País (EP).- Toda una generación, los millenials de hoy, prácticamente no conocen la trayectoria de Mauricio Lea Plaza. ¿De dónde viene?
Mauricio Lea Plaza (MLP).- Nosotros empezamos desde el Colegio Antoniano a ser muy críticos con la dictadura. De ahí empezamos a estar en la dirigencia estudiantil, luego en la Universidad entramos en la dirigencia, fui ejecutivo de la FUL en tiempos del 21060, después me distancio un poco porque me voy a trabajar a La Paz en una red de ONGS y vuelvo una vez que me incorporo al Ministerio de Participación Popular con toda la implementación de la Ley de participación popular en un tiempo entre el Gobierno de Goni y el de Hugo Banzer, yo trabajaba un proyecto financiado por el Banco Mundial. Era el Director Nacional de planificación participativa y ahí es donde me seducen para ser parte de la nueva gestión municipal de La Paz y ahí vuelvo a la escena.
He estado seis años allá con Juan del Granado básicamente y volvemos a Tarija cuando muchos de los líderes sociales y cívicos que en su momento habíamos dado una visibilidad política al departamento muy fuerte toman el control de la Gobernación con la elección de Mario Cossío. En su momento, cuando yo era dirigente universitario logramos articular la primera expresión política regional, se llamaba M – Abril, formaba parte Óscar Montes, Mario Cossío, Mario Lea Plaza, eran varios de los líderes que hoy están participando de la lucha departamental. Entonces era la lucha por la descentralización administrativa, trabajamos lo suficiente como para tener personería jurídica con sus firmas y participación electoral, pero en aquel momento la Ley no tenía previsto la figura de las agrupaciones ciudadanas. Después terminamos en dos corrientes, una que se une al MIR y otra al MBL que después se une al MNR, que son la de Óscar Montes y Mario Cossío.
EP.- En términos políticos clásicos, viene de la izquierda o de la derecha
MLP.- Yo me considero una persona de izquierda que lucha por la Justicia Social, pero que en el posicionamiento que se ha dado entre el proceso de cambio y los que no forman parte del Proceso de Cambio, esa lectura es difícil de ver, pero yo siempre he luchado desde la ideología de izquierda.
EP.- ¿Cuál es su lectura del momento político nacional?
MLP.- Por un lado hay un ciclo político, el del proceso de cambio de Evo y el MAS, que ha tenido una importante significación en el país, ha constituido un nuevo modelo de Estado con el régimen constituyente, pero ya con el ejercicio del poder ha empezado a alejarse de sus principios fundacionales y ha comenzado a generar un régimen hegemónico, totalitario y autoritario donde ya la democracia ha quedado muy afectada por la acción del Gobierno.
La economía no ha tenido realizaciones importantes excepto el incremento de la renta petrolera, pero que ha sido despilfarrado, y no hemos superado lo extractivista y ya está en declinación. Los temas de corrupción, los temas de autoritarismo y la falta de solución a los problemas elementales, como es la salud, es la educación, están configurando un escenario de recambio.
EP.- ¿En algún momento usted ha estado cerca del Gobierno de Evo Morales? Lo digo por su propia vinculación con Juan del Granado, aliado del primer MAS
MLP.- Yo en su momento, justamente me vine a Tarija en el momento en el que estaba arrancando su gobierno, tuve la posibilidad incluso de ser parte de su equipo ministerial, pero la posibilidad de venirme y hacer política más desde lo departamental, desde lo local, me sedujo mucho más así que no fui parte prácticamente del esquema de Evo Morales con el MSM y más bien pasé a las filas autonómicas que empezaron desde la prefectura a generar la movida.
Tiene que ver con el limitante que yo tenía en La Paz, me convertí en el segundo hombre de la Alcaldía pero en un escenario sociocultural de reivindicación de lo popular, lo indígena, lo campesino… yo no tenía un perfil como para poder tener éxito electoral en La Paz.
EP.- ¿Cómo cree que va a desembocar el actual escenario de tensión?
MLP.- El 21F ha sido un hito muy importante en el sentido de que el desgaste del régimen se ha manifestado, creo yo, en contra la voluntad popular de la no reelección y eso ha significado un punto de quiebre entre el Gobierno y la sociedad civil, sobre todo en sectores que son los nuevos protagonistas, la clase media sustituyendo la expresión campesina. El 21F no es solo una expresión de un descontento con el régimen sino también un desencuentro entre las clases medias y las bases sociales del MAS. Yo veo al régimen ya muy cerrado a los sectores corporativos sindicales y con mucha dificultad de poder ampliar su base de votantes, por eso creo que el desenlace a todo esto debe ser en un escenario electoral democrático.
EP.- O sea ¿a Evo hay que ganarle en las urnas?
MLP.- Hay que ganarle a Evo en las urnas. Yo sé que puede sonar ir contra toda la causa de la no repostulación, pero en la eventualidad de que sea candidato, creo que hay que ganarle en las urnas y creo que es la oportunidad de derrotarlo políticamente de una sola vez, cosa que no pasaría si es que Evo no es candidato. Podría todavía tener la posibilidad de renovarse y recomponer el proyecto.
EP.- Como ve el escenario de violencia, que en algunos espacios se trata de posicionar como si fuera un camino inevitable
MLP.- El MAS ha tenido habilidad de manejar escenarios de violencia a su favor. En 2007 cuando viene toda la andanada autonómica, surge lo del Porvenir, la toma de instituciones, lo de la conspiración cívico prefectural, y ahí el régimen se endura y el régimen se consolida en el poder. Ese escenario lo podemos volver a ver ahora si es que las plataformas enduran sus posiciones y el Gobierno lo utiliza para generar esos escenarios, que yo creo que si bien se pueden dar algunos escenarios de crisis social, de todas las maneras, está el endurecer en esta etapa la persecución a los líderes de la oposición y hacer un uso más duro del sistema represivo del Estado. El régimen a medida que va perdiendo sustento social va también echando mano a los elementos coercitivos del poder. Ahora están más necesitados de eso que de poder salvar una prueba política como la elección. Porque por un lado tienes el desgaste de ir y por otro la pérdida natural de respaldo de tus bases, especialmente de la clase media. Eso va a ir por endurar. Se puede generar un escenario muy tenso, ojalá no desemboque en violencia.
EP.- Bajando al escenario departamental ¿Cómo está viendo la situación?
MLP.- Bueno, en realidad la situación nacional repercute en la problemática política departamental también. Yo siento que en Tarija se ha posicionado esta suerte de rechazo al régimen no solo por la lucha autonómica y esta relación difícil entre Tarija y el régimen sino también ahora por la lucha democrática. A eso hay que sumarle que Tarija está viviendo de forma más directa la frustración del modelo extractivista por lo que se suma la crisis económica. Entonces el escenario departamental va a estar marcado no solo por la lucha contra el régimen nacional autoritario sino también por la necesidad de resolver el problema económico.
En Tarija la implementación del modelo autonómico ha tenido dos grandes déficits. Uno es el de las subgobernaciones, está muy claro que no pueden ser electos, pero más allá de eso, lo que se ha hecho ha sido balcanizar el proceso de distribución de la renta y la implementación del desarrollo por un lado; por otro, tenemos un régimen de representación política que tampoco es genuino de la representación de las mayorías.
La apuesta del Gobierno de posicionarse territorialmente en el Chaco y algunos municipios rurales para tener su propio nicho, apuesta a que le está funcionando en buena medida, y junto a esa apuesta está también la de recuperar el sentido de la lucha autonómica, la lucha por la democracia, la necesidad de reactivar la economía y evitar que el centralismo se lleve la plata.
EP.- Entrando en la lucha por el poder aquí en Tarija. Usted explicaba los nichos que el MAS ha ido trabajando en paralelo a la destrucción del bloque autonomista. ¿Ve posible una victoria del MAS en Tarija?
MLP.- El MAS necesita dos cosas para poder triunfar, una dispersión del bloque autonomista y luego un liderazgo lo suficientemente representativo. Pero necesita un tercer elemento más, que es replantear su relación Gobierno – Departamento, lo que no ha podido hacer hasta ahora. Ha estado marcado primero por la lucha contra la autonomía, después por la confiscación de recursos y luego por la no atención de los grandes temas de competencia nacional en el departamento de Tarija
El MAS tiene posicionados sectores, elementos discursivos que le dan un voto duro de un 20 hasta 30% y el bloque autonómico que tiene posicionado su propio discurso, pero que en el caso de dividirse sí podría dar pie a una situación difícil, pero no en una segunda vuelta. Ahí sí que el bloque autonómico si podría recuperar.
EP.- ¿Dónde se encuentra políticamente ahora Mauricio Lea Plaza? Juega un rol crítico – pedagógico en la Asamblea pero eso lo coloca al lado del MAS muchas veces
MLP.- Básicamente la Asamblea debiera ser el escenario de la disputa política, pero hasta ahora no lo ha logrado. Ha dejado de lado su faceta deliberativa, que es muy importante, es donde se definen las políticas públicas. Está muy limitado al ámbito legislativo de la producción y al ámbito de la fiscalización, pero no es escenario de debate. Ahí tengo una frustración. A mi me ha convocado mucho ser asambleísta, hemos logrado algunos aportes como la Ley del Microcrédito (Fopedt) pero la Asamblea no ha logrado ser el escenario de realización política.
EP: De momento con quién está hablando, ¿es posible una reconciliación con Adrián Oliva?, lo hemos visto muy crítico, ¿es posible una reconciliación con la Gobernación?
MLP: Bueno, en realidad yo diría que vamos a tener un escenario nacional político muy pronto, el 2019, y en ese escenario vamos a tener que relativizar mucho las diferencias internas o locales. Yo creo que ahí hay que tener la madurez política como para hacer un solo cuerpo lo suficientemente contundente para ganarle al MAS en Tarija en la nacional.
En ese ámbito, nosotros hemos definido la necesidad de hablar con todos, incluido Adrián Oliva, incluido Wilman Cardozo, Óscar Montes, Jhonny Torres y todos los otros actores que estén dispuestos a ser parte de este cambio, en lo nacional. Ese es un primer elemento que de alguna manera puede generar un clima diferente, que yo espero se pueda dar. Nosotros estamos empeñados en que se pueda dar esta articulación, porque creemos que no nos puede pasar lo que nos pasó en la elección nacional anterior, cuando hemos dividido el voto opositor y Evo Morales ha ganado en Tarija, y se ha llevado una buena parte de la representación parlamentaria. Entonces yo creo que aquí hay, por encima del relacionamiento bilateral o político, hay que animarse a plantearse un desafío que sabiendo que tenemos diferencias tenemos un objetivo mayor, que en este caso es evitar que Evo Morales sea reelegido o generar un proyecto de recambio nacional del que Tarija tiene que ser parte.
Y hemos estado hablando de la pérdida de importancia política que Tarija ha tenido en este último tiempo, lamentablemente los liderazgos que tenemos no tienen la talla nacional y por eso no tienen su significación, en lo nacional es casi imperceptible. No se puede comparar el liderazgo que tenía en su momento Mario Cossío, que tenía una influencia nacional, al liderazgo que tiene Adrián Oliva, que no ha podido transcender lo local. Entonces hay que recuperar ese liderazgo, esa participación más protagónica de Tarija en la vida política nacional. Mucho más en una alternativa opositora, porque esta es una región tradicionalmente opositora. Entonces por ahí va el análisis en lo nacional, que es un escenario muy diferente en lo departamental y municipal, ahí probablemente las diferencias se van a volver a presentar y ahí habrá que ver en qué medidas se pueden subsanarlas.
Pero nosotros ya hemos tenido una experiencia política con Adrián Oliva y no estamos dispuestos a repetirla, estaríamos locos si volvemos a seguir el mismo camino que la elección del 2015 y que nos ha dejado absolutamente decepcionados. ¿En qué medida Adrián Oliva puede ofrecer algo diferente?, no sé, no creo.
EP: En el 2014 había un bloque opositor, autonomista aquí en Tarija, pero que se dividió con el PDC que a la postre le dio mayoría al MAS en Tarija y le dio los dos tercios en lo nacional. El líder de ese movimiento era justamente Óscar Montes con quien también se le vincula a usted. ¿Está hablando con Óscar Montes? ¿Va a ser parte de su equipo?
MLP: Yo diría que de manera natural lo que se ha dado es que el proyecto de Adrián Oliva era un proyecto que se planteó de renovación y por tanto exclusivo de un grupo, llamaremos así, generacional, pero si tú ves lo que pasó es que en realidad ese proyecto no existe. Fue un discurso inicial, a partir del cual Adrián Oliva decide excluir al resto de los aliados del manejo de la Gobernación. Ellos pensaban que este era el momento del cambio y que ellos eran los protagonistas de ese cambio, y a partir de ahí hay una suerte de negación del resto de los actores, es ahí donde se da un quiebre estructural, ya no es un tema de espacios, no. Había una visión, que era decir nosotros vamos a conducir el verdadero proyecto de cambio de Tarija y los que tuvieron la oportunidad y no lo hicieron qué pena, y ahí estábamos metidos todos pues, excepto Wilman Cardozo (risas).
Entonces esa suerte de empaquetamiento, del resto, que en realidad era la alianza de Adrián con Rodrigo Paz, que nunca fue una alianza formal pero que en la práctica manejaban el mismo discurso, que esta es una nueva forma de gobernar, que hablamos de una Tarija moderna, que nuevos desafíos, etcétera, yo creo que en realidad intentaron nuclearse en torno a negar a un conjunto de otros actores políticos. Y esos actores políticos como que se encuentran unidos en la negación, no es que exista un proceso de maduración de una relación política y de una sintonía, si no que de manera casi natural se genera otro bloque. Y nosotros en realidad, quiero ser claro en eso, nunca he sido partícipe de ese otro bloque, un bloque que fue sí partícipe de la elección nacional del que nosotros no fuimos parte. Y de que estamos en contacto con ellos, sí, estamos hablando con ellos, pero que eso no significa que haya una alianza política, porque hay todavía muchos temas por dilucidar.
Y uno de los temas por dilucidar es la relación con el MAS, y ese es un trabajo para nosotros central, nosotros no podemos pactar ni ser funcionales al MAS. Y creo yo que ese es un tema principista que vamos a ver en qué medida se puede dilucidar en este periodo o en este proceso de charlas.
EP: ¿Montes es funcional al MAS?
MLP: No, yo creo que si se piensa en un proyecto conjunto no puede ser un proyecto funcional al MAS, ni un proyecto aliado, en lo absoluto. Más bien hay que tener muy claro que tiene que ser un proyecto de oposición, con objetivos muy claros para derrotar al MAS en la elección nacional. Entonces yo no puedo definir ya la postura que tiene Montes, justamente porque estamos construyendo ese tipo de análisis. Está claro que uno de los problemas que ha tenido Tarija en el último tiempo ha sido su confrontación con el Gobierno, pero también está claro que hoy la gente ha tomado una postura frente a esa confrontación, hoy traicionar a esa lucha llamaremos histórica que ha tenido la gente en contra de un Gobierno que ha sido muy agresivo, creo yo, no tiene sentido hacerlo.
Nosotros estamos más bien posicionarnos en un lugar que no sé si existe en la política, pero que es al medio. O sea en este momento no tenemos definido una postura de adscripción o al bloque de Montes o al bloque de Oliva, pero lo que sí estamos haciendo es trabajar políticamente en encontrar una respuesta, porque si no, no eres parte de la disputa política, estás fuera.
EP: ¿Cómo está su relación con Juan del Granado?
MLP: Muy bien, con Juan tenemos además una amistad muy fuerte, está claro que hoy Luis Revilla está en primera fila en lo político. Pero Luis Revilla lo que ha hecho en Tarija ha sido construir su partido, él tiene su propia militancia y yo creo que ha sido muy interesante ver esa experiencia, porque al final el propio Revilla reconoce que es muy difícil avanzar en lo nacional sin relacionarse con los liderazgos históricamente activos.
Yo tengo una permanente comunicación con Luis, pero lo que no hemos terminado de amalgamar es justamente este tema, lo que él quiere es construir un partido nacional y lo que nosotros queremos es construir una confederación de agrupaciones ciudadanas locales. Justamente esa fue la diferencia nuestra con Rubén Costas, nosotros naturalmente tendríamos que ser parte de ese bloque que en su momento lo constituía los prefectos autonomistas, pero no concebimos que se pueda mirar la política nacional al margen de las entidades y las acumulaciones locales.
Hay que también autonomizar el sistema político, que en la práctica está ocurriendo pero que a veces los líderes nacionales no entienden y creen que el partido nacional tiene que venir aquí y ordenar el escenario político. Yo creo que eso está lejos de la realidad política, hoy por hoy cualquier liderazgo nacional necesita interrelacionarse con los movimientos políticos, las agrupaciones ciudadanas, los líderes locales.
EP: ¿Sería en todo caso un buen candidato a Presidente?
MLP: Yo creo que en este momento Revilla tiene la dificultad de que no ha tenido una trayectoria política suficiente como para poder aspirar a la presidencia. Tiene cualidades muy importantes, es un líder natural, pero no está listo, éste no es su momento.
Pero veremos si al final logran aparecer otros liderazgos mejores, personalmente creo que el mejor candidato que puede tener la oposición en este momento es Carlos Mesa, y lo que tiene que hacer el resto es apuntalarlo. No lo veo a Revilla con el físico suficiente, en términos nacionales, como para hacerle frente a Evo, igual que no lo veo a Samuel, no lo veo el físico suficiente a Tuto o a Rubén Costas.
Me parece que aquí tenemos que tener un candidato que tenga un plus, un plus que no siempre viene del sistema político. La imagen que tiene Carlos Mesa, en términos nacionales, y ese respaldo social que él ha logrado, a pesar de su controvertida gestión de Presidente, le da una chance mayor en términos electorales, las encuestas así lo demuestran.
EP: Son encuestas coyunturales que vienen dentro de un ataque sostenido de tres semanas, sobre el expresidente Carlos Mesa, será el expresidente Carlos Mesa que estuvo antes que Evo el que acabará con 14 años de gestión
MLP: Yo creo que Carlos Mesa, en su momento, quiso ser y no tuvo la decisión de trascender un gobierno de transición. Fue una especie de un gobierno de salvataje, yo creo que ahí el rol que jugó, en la historia, fue un rol que más lo que hizo fue canalizar la fuerza social hacia los dos procesos grandes que el país demandaba, que era por un lado la nacionalización, por otro lado la Constituyente y las autonomías, como que él logró hacer una transición relativamente tranquila hacia eso y no se posesionó en la perspectiva de afianzarse en el poder. Ése fue, creo yo, la mayor debilidad de Mesa. Mesa en su momento lo que hizo fue tratar de no acumular un propio perfil de gestión y de transformación del país, sino facilitar una transición que era inevitable.
Ahora dentro de eso creo que yo que hoy las circunstancias políticas son diferentes. ¿Por qué?, porque la crisis del régimen actual no puede enfrentarse con un gobierno de transición, se tiene que enfrentar con un gobierno alternativo, con una visión alternativa de lo que es el proyecto nacional que no necesariamente es negar todo lo que ha pasado, pero tiene que haber un recambio en el proyecto nacional que yo creo que ya se ha agotado en el proceso de cambio. Entonces el rol de Mesa radicalmente es diferente al que cumplió históricamente, su rol ahora debería ser el del relevo, en la perspectiva de instalar un proyecto político nacional alternativo al que logró posesionar a Evo Morales. Entonces yo creo que ahí necesitamos a alguien que pueda tener el peso suficiente como para ordenar al resto.
EP: En un año no hay tiempo para un nuevo líder
MLP: No, yo creo que ahorita la oposición está demasiado dispersa, desarticulada, y solo puede articularse en torno a una candidatura que sea exitosa o que al menos sea lo suficientemente fuerte para ordenar al resto. No veo que en este momento los expresidente o que se arme un nuevo frente opositor, que han sido todos un fracaso, funcione. Tienen que surgir un nuevo liderazgo que sea lo suficientemente poderoso como para rayar la cacha, ordenar al resto y función a eso armar un proyecto.
EP: Parece que se ha aburrido de la Asamblea Departamental, tal vez quiera cambiarla por la Plurinacional. ¿Qué tiene previsto hacer?
MLP: Yo he tenido un proceso inverso, digamos, de lo nacional a querer venirme a local y lo departamental.
EP: Y del ejecutivo al legislativo
MLP: Así es, y en su momento de pasarme del ejecutivo al legislativo para hacer más un trabajo político que de gestión. Ahora no me veo yo en la perspectiva nacional, la verdad, no es mi ilusión, no me interesa, creo que en el Estado autonómico en el que vivimos la verdadera necesidad, las verdaderas demandas, los verdaderos problemas y los desafíos de la política pública están en lo local y en lo departamental, eventualmente. Entonces más me veo en lo municipal que en lo departamental, incluso, por mi experiencia municipal en La Paz, donde ha sido muy rica porque es ahí donde entiendes mucho el sentido que tiene la autonomía en la medida que te vincula directamente con el ciudadano.
Lo de lo departamental como que es un nuevo meso que necesariamente es una articulación con los actores cotidianos locales, con los actores ciudadanos, es más con otro tipo de actores. En la Gobernación el relacionamiento finalmente es intermediado con los alcaldes, los subgobernadores o con asambleístas, entonces yo extraño mucho volver a la relación directa. Cuando estaba en Participación Popular de Planificación Participativa hicimos planes de desarrollo para casi todos los municipios del país y si hay algo que me ha llenado de esa experiencia ha sido participar de esos procesos de Planificación Participativa.
Entonces mi vocación más bien ahora está más jalando hacia lo local, incluso pensando más en lo municipal que seguir en lo departamental. Pero bueno, lo departamental también es un espacio que me gusta mucho y mi perfil está muy ligado con el ejercicio de políticas públicas, entonces es ahí donde temas como el Susat, Bebé churo y sanito, el mismo Prosol, en su momento, fueron parte de un modelo de una forma de encarar las políticas públicas.
Un modelo que ideológicamente, creo yo, estaba mucho más avanzado que el propio proceso de cambio, el darle salud gratuita a la gente, por ejemplo, fue no solo una decisión oportunista sino que fue parte de una concepción de que los recursos tenían que llegar primero a resolver los problemas de salud de la gente más necesitada. Entonces ese es el desafío que uno tiene cuando entra a lo público y a la política, es qué medida puedes contribuir con tu experiencia, con tus capacidades, a ir encontrando políticas públicas que realmente le resuelvan los problemas a la gente, y yo creo que eso, en este último tiempo, no hemos tenido, políticas públicas claras de la Gobernación.
Ves todo este manejo de la inversión de recursos cómo está extraviada, cómo, por ejemplo, los créditos están yendo básicamente a lo mismo, la infraestructura, el cemento, cuando todos esperábamos que vaya a la gente y si algo criticamos a la gestión de Lino fue que se gastó mucha plata y eso no le cambió la vida a la gente. Pero ahora si ves el paquete de créditos, que nos va endeudar por los próximos 15 años, no ves un cambio cualitativo en la política pública de priorizar ciertos sectores o de cambiar el modelo económico. Adrián no ha cambiado el chip de la gestión de Condori, lo que ha hecho más bien es cargarse una deuda.